Nos encontramos en la segunda semana de los bloqueos comandados por la facción radical del Movimiento al Socialismo, que tiene una gama muy variada de peticiones, pero que todas confluyen en un solo objetivo: asegurar la postulación de Evo Morales para las elecciones generales de 2025, algo que nadie en el país lo duda ahora.

Entre las demandas “cortina” escuchamos la falta de combustibles, dólares y la abrogación de la pausa ambiental ecológica. Ninguna de las dos primeras son demandas que se solucionen con ningún tipo de medidas de precios, más al contrario, hacen que este problema se agudice. Entonces, los bloqueos son una extensión del plan evista de ahogamiento a la economía nacional.

Los verdaderos objetivos de los bloqueos son tres: la extinción del proceso judicial contra el expresidente Evo Morales, denunciado por presunta comisión del delito de trata y tráfico de personas, relacionado al embarazo de una menor de edad cuando fue presidente; la renuncia de Luis Arce y David Choquehuanca, para que el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, asuma; y la tercera, convocatoria adelantada a elecciones.

Aunque, si comparamos otras movilizaciones del MAS, esta es muy debilitada, solo contundente en Cochabamba y un par de puntos de bloqueo en Potosí y Santa Cruz. ¿Los costos hasta el momento? Se registró el primer fallecido, un joven de 18 años que chocó su motocicleta contra un tráiler en el bloqueo de Parotani, Cochabamba, mientras retornaba a su casa.

Otro costo es la pérdida de producción agropecuaria en todos los municipios que destinan su producción a los grandes centros urbanos del eje troncal. Conmueve la cantidad de videos y noticias sobre la muerte de animales en carretera, por falta de agua, comida o por el clima.

Por otra parte, el alza de precios, que venían moderándose en septiembre, nuevamente se reflejarán en el dato de la inflación de octubre. El desabastecimiento de combustibles provoca extensas filas de movilidades que buscan gasolina o diésel, las personas buscan abastecerse por la incertidumbre de cuándo durará la medida. 

El daño al comercio exterior también es irreparable, que justamente frena la llegada de divisas e insumos para la producción nacional. En definitiva, todos sufrimos de esta medida que asfixia a todo el país, Cochabamba es la arteria aorta de la economía boliviana.

Esperemos que el sentimiento humanitario se imponga sobre los afanes políticos y electorales del sector movilizado, aunque, como reveló el ex ministro de la Presidencia y considerado uno de los estrategas más despiadados del círculo de Morales, el bloqueo tiene un rito que se alimenta de la sangre para prevalecer.

De cualquier forma, la comunidad internacional ha reaccionado positivamente a las posibilidades cada vez más reducidas de una repostulación de Morales. En los últimos días, el riesgo país de Bolivia bajó fuertemente en 500 puntos, una caída de más del 20%, y los bonos en dólares se revalorizaron en el mercado internacional gracias a este hecho, junto a la posibilidad de diferir los pagos, una noticia positiva en medio del conflicto.

Recordemos que internamente el rechazo hacia Morales es el más alto, según dos encuestas que por separado identificaron en septiembre que 4 de cada 10 electores nunca votaría por Morales (Captura Consulting y Diagnosis). No quepa duda que este rechazo también crece por el daño que causa ahora este bloqueo.

Solo queda recordar una cosa, esta guerra interna del MAS no parará hasta que se formalicen las postulaciones del calendario electoral que el Tribunal Supremo Electoral prepara de cara a las elecciones generales de 2025.