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La mañana de ayer era difícil respirar en la zona San Luis de El Alto. Las cenizas y los escombros que quedaron de una recicladora de plástico ese sector aún humeaban; el lugar ardió en llamas durante casi 10 horas. El fuego se inició luego de las 23:00 del domingo y afectó a tres inmuebles aledaños.
Desde ese momento —mientras se oía música y petardos en otros puntos de la ciudad por la festividad de San Juan—, los vecinos, con cubetas y mangueras en mano trataban inútilmente de sofocar las llamas.
Sin importar el intenso humo por el plástico quemado, un contingente de vecinos trató de ingresar hasta la recicladora, pero no había nadie en el lugar. “No logramos abrir la puerta, pero con piedras abrimos la pared de ladrillo del frente para poder echar agua”, relató Mónica Mamani, una joven de 20 años, cuya casa está a 20 metros del lugar.
En el interior, había dos vehículos: uno fue retirado a empujones, pero un camión quedó calcinado. Al parecer, fue lo primero que estalló y luego explosionaron algunas máquinas. El estruendo alertó a más vecinos.
Después de la medianoche, el fuego alcanzó más de 20 metros de altura y el intenso calor se propagó por el sector, hasta el punto de hacer reventar los vidrios de las ventanas de dos inmuebles ubicados en los costados.
“Además de las ventanas, se han levantado los azulejos de mi baño y ha afectado los pisos por el exceso de calor. Han tardado en venir Bomberos y también llamamos al 110, por eso intervinimos primero los vecinos”, relató Beatriz Flores, dueña de una casa próxima.
La llegada tardía de los uniformados molestó a los vecinos. “Nos hemos cansado de llamarles, han llegado recién a las tres o cuatro de la madrugada. Tal vez si venían antes, esto se hubiera evitado”, explicó Zenobio Huallpa, dueño de una casa que perdió los vidrios de cuatro ventanas.
En medio del caos y el humo, Graciela Quispe, desesperada, comenzó a sacar sus máquinas de costura, pues vive con su familia justo detrás de la recicladora, donde funciona su taller de confecciones. Debido al incendio y por temor a las llamas, paralizó su producción y perdió un contrato de 1.500 bolivianos para la confección de camisas, además que cinco habitaciones de su casa fueron afectadas, pues las vigas se doblaron y las calaminas metálicas se hundieron.
“Los dueños de esa empresa nos tienen que ayudar, mi taller está muy afectado, las reparaciones tal vez cuesten más de 5.000 bolivianos, estamos averiguando eso”, afirmó la emprendedora.
Mientras Bomberos terminaba de enfriar el lugar, ayer alrededor de las 11:00 de la mañana, técnicos de la Alcaldía alteña planificaban la demolición controlada.
A pesar de ello, hasta esa hora ningún representante de la empresa llegó al lugar. Las autoridades manejan dos hipótesis: que el incendio fue provocado por juegos pirotécnicos o un corto circuito.
En tanto, el subalcalde del Distrito 3 de El Alto, Lorenzo Quispe, informó que ya se realiza la “evaluación técnica” y se hace una revisión legal para determinar si la planta contaba “con licencia de funcionamiento y si cumplía los requisitos para realizar sus operaciones”.
Por: Luis Mealla