• Política
  • LA PRENSA
En entrevista con La Prensa, el vocero presidencial Jorge Richter afirmó que la actual coyuntura política ofrece un escenario factible para que surja un candidato “asistémico”, es decir, que no responda a las corrientes políticas e ideológicas tradicionales con rumbo a las elecciones generales de 2025. Agregó que la crisis interna que se observa en el Movimiento Al Socialismo (MAS) debe resolverse con diálogo, pues de lo contrario está latente el riesgo de la extinción de ese partido. ¿Cómo evalúa la actual situación del MAS? Sería una necedad señalar y decir de que no existe una división en la estructura política partidaria de la organización más importante del país, que es el Movimiento Al Socialismo. Esa división no sólo se manifiesta en las declaraciones que conocemos a diario (…), también se manifiesta en la gobernabilidad, en la Asamblea Legislativa. Ante esta situación ¿qué debe ocurrir? O van por vía del diálogo o la generación del consenso para preservar las posibilidades del proceso de cambio, la construcción del Estado Plurinacional y la unidad partidaria, y las posibilidades de victoria electoral en 2025 o asumen la extinción de la sigla política. ¿Este quiebre puede ser definitivo? ¿Pueden volver a unirse para las elecciones 2025? La unidad de coyuntura y de eventos electorales es muy frágil, es de circunstancia, esa unidad para presentarse en elecciones de 2025 no asegura la posibilidad de una gobernabilidad, estabilidad política, económica o social (…). Por eso, he señalado que hay un final del ciclo del proyecto social popular, y si hay ese final de ciclo, pues rápidamente hay que reconstruir, a partir de algo que pueda generar la mirada y la perspectiva histórica futura. ¿Cree que la actual oposición podrá hacer frente a las facciones del MAS? Las posibilidades ya no pasan por el señor (Carlos) Mesa, tampoco por el señor (Luis Fernando) Camacho, ellos lograron una unidad de circunstancia, de coyuntura, pero que no tiene la consistencia de un proyecto político, por eso se va a apagando en el tiempo y no logra consolidarse como una estructura política importante e histórica para el país. Pasa lo mismo con Creemos en Santa Cruz, también se está apagando, es un liderazgo que se extingue. Entonces, ¿quién es la persona que pudiera relevar en el Gobierno? Eso lo va a conocer el país no este año, porque muchos dicen que no hay nadie nuevo (…), sino que aparecerá al próximo año, si es que aparece. Ahí, lo importante será lo que le puedan decir al país en materia institucional, económica, de coexistencia pacífica y social, en materia de relaciones internacionales, que son los ejes fundamentales. ¿Podrá surgir un candidato asistémico? La disputa y la crisis que hoy en día ya se está apoderando o se ha apoderado del MAS, deja un espacio apto para que surja uno; ahora, si la persona emerge y comprende la relación, sintoniza en sus palabras con lo que en sus necesidades la sociedad quiere, pues seguramente sí. Pero si no surge aquello, si no surge una persona que comprenda lo que verdaderamente se requiere, se necesita como sociedad y como Estado, pues entonces la oportunidad puede pasar de largo y se definirá con los actores políticos que hay. ¿Cómo se presenta este fenómeno? Tiene que aparecer alguien como Marcelo Quiroga, a fines de los años 70, cuando toma la decisión de ser candidato a la presidencia del Estado, comprende una necesidad que tenía el país y esa necesidad empieza a penetrar en la sociedad y Marcelo iba creciendo de forma importante en el electorado. Si aparece una persona que entienda los problemas de la sociedad, lo que los bolivianos necesitan, lo que el Estado requiere para florecer y coexistir como sociedad, para encontrar un mejor derrotero que termine con la polaridad, con el enfrentamiento, con la racialidad, con este desprecio por las instituciones, si alguien comprende aquello, el escenario se ha creado para eso. ¿No más liderazgos únicos ni caudillos? No se ven las condiciones para que se instale un nuevo caudillismo, en estos momentos, porque el caudillismo es de larga acumulación de varios eventos históricos importantes, trascendentales que generan un caudillo. Por: Luis Mealla