• Seguridad
Foto: Ilustrativa LOS TIEMPOS
  • Carmen Challapa

20 de octubre de 2024.- El feminicidio, muerte violenta de una mujer, es un fenómeno que en la política criminal del país no contempla que los niños, niñas y adolescentes, entre otros familiares, son víctimas indirectas de este delito, por lo que se encuentran abandonadas y olvidadas,  y no cuentan con una ruta de atención especializada. Muestra de ello es que ninguna institución del estado tiene una estadística oficial sobre la cantidad de niños y adolescentes que quedaron en orfandad. 

Realizando un cálculo matemático de dos hijos promedio por víctima de feminicidio, del 1 de enero al 18 de octubre, el país tiene al menos 138 niños, niñas y adolescentes que quedaron huérfanos. Entonces, desde la creación de la Ley 348 se estima que la violencia extrema contra la mujer dejo más de 1.600 víctimas colaterales.

DESTINO

Según datos, un gran porcentaje de huérfanos de feminicidios son víctimas de explotación laboral, abuso sexual, víctimas de trata y tráfico, embarazos adolescentes o son captados por delincuentes para terminar viviendo en las calles.

En el departamento de Cochabamba, Carolina, una niña de seis años presenció el momento en el que su madre fue asesinada por su progenitor. La víctima recibió decenas de puñaladas y la niña no entendía lo que pasaba. Producto de este hecho, Carolina perdió el habla y no puede socializar con las personas. 

Trastornos de sueño, depresión, tendencia al suicidio, neurosis, pesadillas y sed de venganza, son algunas de las enfermedades y patologías que deben afrontar las víctimas colaterales del feminicidio.

VÍCTIMAS INOCENTES

El análisis psicológico practicado, a Esther, hija de una víctima de feminicidio, refleja que sufre parálisis de sueño (es una afección en la cual una persona no puede moverse ni hablar cuando apenas se queda dormido o al despertar), pesadilla constante, insomnio y ansiedad por la comida.

Por otro lado, Carolina, de la misma edad, presenta un cuadro severo de desnutrición, bajo peso y talla, neurosis nocturna, falta de afecto y problemas neurálgicos.

Ambas presenciaron el asesinato de sus madres, pero además, ahora, deben hacerse responsables del cuidado de sus hermanos menores.

PROPUESTAS 

El 11 de abril de este año, se presentó el proyecto de ley de Protección Integral y Reparación para Hijas e Hijos víctimas de Feminicidio, que tiene como principal objetivo amparar a este sector, sin embargo, a la fecha esta normativa no fue tratada por el legislativo.

En 2019, la Defensoría del Pueblo presentó una propuesta normativa en beneficio de los huérfanos de feminicidio, pero no fue tratada a la fecha. 

La Asociación de Víctimas de Feminicidio e Infanticidio de Bolivia, en mayo de 2021, entregó un proyecto de ley a la Cámara de Diputados, y tampoco tienen ningún avance. 

La diputada Betty Yañiquez, en noviembre de 2022 planteó otro proyecto, con el objetivo de lograr una atención integral a los huérfanos hijos, hijas víctimas colaterales del feminicidio que tampoco fue considerado en el Legislativo.