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  • Susana Salinas

El trabajo que realizan los obreros de la Alcaldía en la bóveda del río Choqueyapu tiene un avance del 40 por ciento después de dos meses de trabajo, y aproximadamente tres desde que empezaron a sonar las alarmas sobre un grave deterioro de la bóveda en el tramo subterráneo comprendido entre el mercado Lanza y la intersección de la avenida Mariscal Santa Cruz y la calle Yanacocha.

De acuerdo con el alcalde de la ciudad de La Paz, Iván Arias, actualmente trabajan 120 personas, 60 en la bóveda y 60 en la superficie de la plaza San Francisco.

“Los trabajos se realizan de manera manual para entregar pronto todos los arreglos (...) los obreros entran a trabajar por turnos de cuatro horas porque los olores nauseabundos y el calor son insoportables y por eso aceleramos incluso sábados y domingos”, manifestó la audtoridad edil.

Paralelamente, en el atrio de San Francisco se realizan tareas de preservación del patrimonio urbano con las refacciones de las gradas, jardineras y la reestructuración del suelo y paso peatonal.

DATOS.

La obra se concluirá en octubre con una inversión de 50 millones de bolivianos.  Pero, para el desarrollo de los trabajos el personal de la Alcaldía de La Paz evita la concentración de una multitud en ese espacio urbano con la finalidad de sobrecargar una estructura aún débil.

En ese contexto, la Alcaldía dispuso la movilización de 300 funcionarios, quienes formaron un muro humano en torno al área intervenida en el subsuelo, para evitar que la marcha del MAS pase por el lugar.

“Estamos con 300 funcionarios con todo el equipo de la Alcaldía para resguardar la plaza San Francisco”, afirmó el alcalde Arias al anunciar que existe la posibilidad de concentrar a 500 personas, pero uno de los grupos de marchistas provenientes de las provincias yungueñas atacó al personal de la Alcaldía, por lo que la autoridad municipal dispuso ayer por la tarde el repliegue total.

Sin embargo, con la finalidad de evitar que el mobiliario urbano sea empleado en bloqueos o protestas, se retiró basureros y piedras.

Además, Arias dispuso la suspensión del trabajo subterráneo por seguridad de los obreros, por lo que abandonaron la bóveda.