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La falta de dólares en circulación dificulta y encarece la importación de bioinsumos para el sector agropecuario, que en los meses precedentes subieron hasta en un 20 por ciento, coincidieron expertos y productores en un encuentro internacional organizado por la Cámara Agropecuaria del Oriente, en Santa Cruz.
El evento denominado “Importancia y desafíos que representa el uso de bioinsumos en la producción agropecuaria en Bolivia” se realizó en coordinación con la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo y la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia.
“Si bien el uso de bioinsumos no es una práctica nueva, en años recientes ha tomado una dimensión amplia y difundida por la búsqueda de nuevos sistemas de producción que ayuden a reducir costos, incrementar los rendimientos, y mejoren la calidad y fertilidad de los suelos”, afirmó Marco Nogueira, experto brasilero en suelos y bioinsumos.
En la exposición, voceros de los organizadores del evento revelaron que la venta de bioinsumos agropecuarios moviliza anualmente 500 millones de dólares y que, en la actual coyuntura nacional, la escasez de la divisa estadounidense dificulta y encarece la importación de estos productos, que se encarecieron hasta en un 20 por ciento.
De acuerdo con el gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, Bolivia es “fuertemente dependiente de las importaciones”, ya sea para el sector productivo, ganadero, minero e industrial, por lo que la escasez de dólares eleva más los precios.
“El país importa anualmente 3,5 millones de toneladas de productos agrícolas y produce 20 millones de toneladas, para eso requiere de insumos para mejorar la genética, control de plagas, hongos y la maleza”, explicó.
En la medida en que suban los costos de importación se afecta directamente al beneficio y utilidad de la producción, e influye en los precios al consumidor final, acotó.
Directivos de la Confederación Agropecuaria Nacional también expresaron su inquietud ante la incertidumbre causada por la escasez de dólares y el aumento de las comisiones para transferir esta moneda al exterior con el fin de adquirir estos insumos.
Estos factores generan un escenario preocupante para el sector que depende en su totalidad de maquinaria, equipos, insumos y herramientas importadas, con excepción de la urea. En caso “de persistir esta tendencia, la situación podría volverse insostenible”, denunciaron.
El incremento de costos impactaría directamente sobre las miles de familias productoras dedicadas a esta actividad en todo el país, y eventualmente, afectaría a la población en su conjunto.
A pesar de su capacidad para enfrentar alteraciones en la cadena de costos, factores como la sequía, desabastecimiento de carburantes y la escasez de dólares se suman a los factores adversos pata la estabilidad del sector agropecuario nacional.
Por: Freddy Grover Choque