- Sociedad
- Susana Salinas
El mosquito aedes aegypti, principal vector de enfermedades como dengue, zika o chikungunya, tiene un comportamiento diferente al migrar de zonas endémicas a otros espacios no tradicionales.
En opinión del biólogo Vincent Vos, del Instituto de Investigaciones Forestales de la Amazonía de la Universidad Autónoma de Beni, esta migración tiene relación con los cambios de temperatura o de humedad.
“Si antes no era el suficiente calor para que un mosquito pueda sobrevivir, ahora ya están en esos climas, como La Paz, Cochabamba y otras zonas”, dijo.
En Riberalta, ejemplificó Vos, por la crisis climática, muchos arroyos se empezaron a secar. “Ahora, están infestados por mosquitos y transmiten muchas enfermedades”, acotó.
Además de ese comportamiento, señaló, los huevecillos de mosquito, depositados por las hembras en reservorios “se encapsulan cuando llega una sequía y al año siguiente cuando vuelve a llover renacen infectados ya con el virus y son un peligro”, acotó.
Yolanda López Ochoa, de la red de Salud de Riberalta, confirmó la migración del mosquito y, en consecuencia, la presencia de casos de dengue en regiones en las que hasta hace algún tiempo no se presentaban. “Hemos tenido pacientes con dengue procedentes de áreas rurales. Antes eran típicos de áreas urbanas, pero los mosquitos ya están adaptados al espacio rural”, señaló. En 2023, en Riberalta se atendió 1.004 casos.
DENGUE.
De acuerdo con un reciente informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el país circulan al menos dos de los cuatro serotipos del dengue, DENV-1 y DENV-2, que está asociado a mayor posibilidad de causar cuadros graves a los infectados.
Los síntomas de dengue son fiebre, cefalea, dolor retroocular o detrás de los ojos, malestar corporal, erupciones en la piel o exantemas y decaimiento. Al empeorar el mal, el paciente presenta dolor abdominal intenso, vómitos persistentes incluso con sangre, respiración acelerada, sangrado de encías y fatiga.
“Las siguientes 24 a 48 horas de la etapa crítica pueden ser letales; se debe prestar atención médica para evitar complicaciones y disminuir el riesgo de muerte”, indicó el virólogo paraguayo Guillermo Sequera, en una entrevista.
VACUNAS.
A escala global no existe una vacuna definida contra el dengue, a excepción de pruebas experimentales, que al no ser convincentes sobre su efectividad no se comercializan. Por ello, el Gobierno busca evitar la reproducción del zancudo, a partir de instar la limpieza de focos de contagio, mediante un plan de intervención contra los criaderos de mosquitos en 38 municipios del país, en especial en los que presentan mayores posibilidades de albergar a los insectos transmisores de esta afección potencialmente mortal. Unas 9 personas murieron este año con dengue en el país.