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De 10:00 a 11:00, algunos funcionarios del Gobierno central y el municipios dejaron sus oficinas para sumarse ayer a las actividades físicas programadas con motivo del Día Mundial del Desafío, pero al contrario de otros años, este 29 de mayo hubo pocos espacios tomados y ninguna autoridad estuvo en alguna plazas o sitio para practicar zumba y deportes.

En la sede del gobierno, los funcionarios se concentraron en la plazas Murillo y Del Estudiante, además del atrio del Palacio Consistorial oel paseo de El Prado, frente al edificio de Yacimientos para realizar ejercicios físicos, pero a diferencia de otros no causaron embotellamiento de vehículos.

“Nos dijeron que sólo era una hora, ya cumplimos y ahora nos vamos”, declaró una funcionaria del Ministerio de Salud.

En la 30ª edición del Día Mundial del Desafío, la única autoridad que dejó su despacho fue la viceministra de Deportes, Karen Palenque, quien comandó la actividad física y destacó los beneficios de realizar 60 minutos de ejercicios diarios.

“Bajo el lema Sumérgete en el Desafío se tiene el propósito de incentivar a la población a la práctica regular de actividades físicas. Debemos concienciar sobre sus beneficios. El objetivo es dejar la vida sedentaria y mejorar la calidad de vida”, dijo la Viceministra.

En años anteriores, las actividades por el Día del Desafío comenzaban a las 07:00 y se prolongaban casi hasta el mediodía, funcionarios y trabajadores de empresas públicas y privadas, además de alumnos de establecimientos educativos estatales y privados realizaban un sinfín de actividades musculares, que obstaculizaban el tráfico vehicular en las capitales de departamento y las ciudades intermedias del país.

El Día Mundial del Desafío comenzó a desarrollarse en el invierno de 1983, en una pequeña ciudad de Canadá donde el Alcalde invitó a las personas a salir de sus casas, pese a que el termómetro marcaba 20 grados bajo cero, y hacer ejercicios en la calle, la actividad física fue copiada al año siguiente por sus vecinos y se expandió por el mundo.

Después de 15 años, en 1998, llegó a Bolivia y cada año se realizaba la actividad el último miércoles de mayo; sin embargo, el confinamiento por la pandemia restó brillo a estas actividades desde 2020.

Por: Wilma Pérez