- Cultura
- Aleja Cuevas
Bolivia postula ocho documentos históricos al programa Memoria del Mundo para América Latina y el Caribe (MoWLAC). Entre los archivos destaca la historia de los mitayos que fueron trasladados junto a sus esposas de Puno (Perú) al Cerro Rico de Potosí.
“Este año, hemos roto los récords de postulación con ocho documentos ante la Unesco, solo cinco son nominados anualmente. Estamos a la expectativa de saber qué documentos se incorporarán este año”, dijo el presidente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB), Luis Oporto.
El programa Memoria del Mundo es una iniciativa internacional impulsada y coordinada por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación) desde 1992, con el fin de facilitar la preservación del patrimonio documental y permitir su acceso a este acervo.
Lo documentos nominados se conocerán este mes, cuando el Comité Regional de América Latina y el Caribe, conformado por nueve expertos, se reúna y analice las propuestas que superan las 70 u 80 de toda la región, y elijan por país cinco documentos.
Entre los ocho que presentó Bolivia está el de la Casa de la Moneda con el documento: Traslado de mitayos de la Intendencia de Puno a la intendencia de Potosí. Se trata de un informe del siglo XVII, que indica cómo se reclutaba a los mitayos, con el traslado de Puno al Cerro Rico de Potosí.
“No fue una autoridad española sino un cacique indígena que va a las comunidades que tiene la obligación de entregar jóvenes mitayos. Levanta un padrón y los traslada desde Puno hasta Potosí. En este proceso acompaña la esposa del cacique”, explicó Oporto.
La Casa de la Libertad presentó como documento un diario de los acontecimientos del 25 de mayo de 1809, con el que empieza la Guerra de la Independencia.
El Museo Nacional de Arte (MNA) propuso el Archivo político y artístico de Miguel Alandia Pantoja, un hombre autodidacta, nacido en Catavi, siendo niño fue testigo de la masacre de Catavi de 1942. “Ese archivo es pequeño, pero grande en su contenido”, destacó Oporto.
El Archivo de La Paz se sumó con El registro de extranjeros a principios del siglo XX. Un quinto documento presentó el Centro de la Revolución Cultural sobre la explotación del árbol de la quina.
Según Oporto, esta postulación tiene el objetivo, primero, de conservar los documentos; segundo, que sean accesibles; y tercero, despertar una conciencia de su importancia para un Estado. “Es concientizar a los Gobiernos y autoridades para preservar su patrimonio documental, sí se logra ese impacto, en el nivel superior de un Estado, habrá financiamiento para construir repositorios y custodiar la memoria de un país”, apuntó Oporto.