• LA PRENSA

La selección boliviana va de mal en peor. Su debut en la Copa América fue decepcionante: sin fútbol trabajado, ritmo de juego lento, improvisación en la elección de jugadores y un entrenador que se extravió en el camino.

Carlos Zago está haciendo experimentos en el combinado mayor en un torneo que merece seriedad y respeto por historia y antecedentes, Bolivia fue campeón en 1963 y subcampeón en 1997.

Alguien le dijo al técnico brasileño que haga un cambio de generación y éste ha tomado la recomendación al pie de la letra sin tomar en cuenta el poco prestigio que le queda a la Verde.

Si Fernando Costa apoya esta gestión de Zago (que parece es así), el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol también es cómplice del descalabro.

El seleccionador está destruyendo a la selección. Llevó a la Copa América un equipo joven, pero solo se fijó en la edad y no en el rendimiento de los futbolistas.

En los partidos amistosos que jugó (contra la Sub-23 de México, Ecuador y Colombia) ya dio muestras de esa falta de fino. Aparte, en ninguno mostró un equipo base. Alineó diferentes 11 y eso debilitó al equipo en lugar de fortalecerlo.

Frente a Estados Unidos, el domingo en Arlington, volvió a probar una alineación nueva. Solo en el segundo tiempo ingresó gente de experiencia y rodaje internacional para recuperar un poco el balón.

Algo hay que reconocer, los jugadores no tienen culpa de los errores del entrenador. Ellos cumplen con lo que este les recomienda y ahí acaba su función, más allá de la voluntad y esfuerzo individual que pongan en cancha.

Esta selección tiene dos partidos más en la fase de grupos, el jueves con Uruguay y el lunes con Panamá.

El domingo jugaron las dos y ganó 3-1 el Charrúa en un partido de buen trámite y de alto contenido futbolístico. A priori se esperaba una goleada celeste, no fue así. Panamá hizo un gran partido y mostró un buen nivel físico, técnico y táctico.

Bolivia, así como juega, está entonces frente a dos partidos que serán complicados.

LA JUSTIFICACIÓN

La improvisación parece que está planificada en la FBF y la selección. Antes del inicio del torneo, Zago dijo que la prioridad del equipo no era la Copa América, sino las Eliminatorias del Mundial 2026.

El dirigente Costa respaldó aquella posición y ratificó que la mirada está puesta en el torneo clasificatorio, en el que, a propósito, nos va mal, porque en seis fechas el equipo solo consiguió tres puntos, aunque resta por jugarse 12 y todo puede pasar. Zago dijo también que su trabajo no es solo para las actuales Eliminatorias, sino para las que se jugarán después, las del Mundial 2030.

No hay, por tanto, objetivos inmediatos, y una selección nacional está llamada para ello. En la selección no se hacen los recambios, sino en los clubes, en la liga local. Y a la selección van los mejores del momento, lo que no se ve en el equipo de Zago.

Por: Gustavo Cortez