Frente a la crisis, afirmamos que Bolivia puede vivir del turismo, que la voluntad está sembrada y las pruebas están en todo el territorio nacional, como lo venimos acompañando en la Chiquitania, Tiahuanacu, Riberalta, Samaipata, San Ignacio de Moxos, San Ignacio de Velasco, Chuquisaca con la celebración del Bicentenario, y lo ratificamos en Pando la semana pasada.

En Tarija, la evidencia está en la acción continuada de actores privados, académicos, el tercer sector y autoridades, que viene desde la Corporación Regional de Desarrollo con Mario Kisen a la cabeza. En 2011, con el programa de apoyo a la Cadena Productiva de Uvas, Vinos y Singanis, ejecutado por la Fundación Fautapo con financiamiento de los Países Bajos y la Prefectura, y bajo la coordinación de Jorge Baracatt, se produjo una inflexión definitiva en la construcción del imaginario tarijeño.

Siguieron los trabajos de Óscar Farfán y Rubén Ardaya desde la Gobernación, profundizando el camino. Y todos, reconociendo el esfuerzo resiliente de los empresarios de Kohlberg, Campos de Solana, Los Parrales, La Concepción, Aranjuez, Casa Grande, Finca Florencia, Barbacana, Ay Juna, Cabañas El Cadillar, Saborati, Magnus, Cruce del Zorro, Juan Diablo, como base para una sólida oferta de producción, hotelería y gastronomía en el territorio.

Siguiendo la ruta, el Movimiento Tarija Dialoga, creado como espacio para pensar el futuro, concertar y cerrar las brechas en un contexto de alta polarización, organizó el “Encuentro Internacional Diálogos con el Futuro” enfocado en los retos de la Inteligencia Artificial, realizado en abril de 2024. El encuentro reunió a pensadores mundiales para debatir el futuro del planeta y puso en evidencia el valor de las alianzas al incorporar a la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS), la Universidad Católica Boliviana (UCB), Fundación Avina y el Congreso Futuro de Chile, la plataforma de divulgación del conocimiento más grande de Latinoamérica. La actividad contó con la cooperación de la Fundación Ebert, el PNUD y Helvetas, las universidades Univalle, Salesiana, UPSA, la Fundación Avina, Nativa, Cerdet, UNIR, la Asamblea del Pueblo Guaraní, y startups con propuestas innovativas como Meca-bol, un proyecto de máquinas expendedoras de hojas de coca en condiciones de calidad; Milo, una herramienta para traducir el lenguaje de señas a comunicación oral; una red de estaciones meteorológicas para anticipar granizadas y heladas, y Move Easy, una aplicación que apoya con ejercicios la rehabilitación de personas con accidentes cerebrovasculares.

El encuentro contó con la participación de dos senadores de la Comisión de Desafíos del Futuro del Senado de Chile, Francisco Chahuán y Alfonso de Urresti; el investigador Gustavo Bonifaz desde Alemania, de Socios Globales para la Gobernanza; el neurobiólogo español Rafael Yuste, líder del proyecto mundial Brain que mapea el cerebro; el periodista francés de origen boliviano Bruno Patiño, presidente de la cadena de televisión franco-alemana Arte; el filósofo colombiano Bernardo Toro, promotor del “paradigma del cuidado”; Carolina Torrealba, quien desde la Subsecretaría de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación en Chile, es señalada como responsable de desarrollar políticas públicas en favor de la inteligencia.

“Se trató de un escenario de integración y colaboración, donde confluyeron voluntades y sueños, miradas y preocupaciones de más de 40 personalidades, desafiadas a hablar del futuro como una fórmula eficaz para el diálogo, frente a un presente trabado y polarizado”, sostuvieron Sergio Lea Plaza, Gustavo Castellanos, Iván Arnold, Gabriel Baracatt y Miguel Castro, coordinadores de la iniciativa, destacando el esfuerzo colaborativo y la relevancia de celebrarlo en Tarija, ciudad intermedia que “invita a la calma para pensar en medio de un mundo acelerado y a menudo caótico”. Se propusieron continuar con el reto de movilizar el pensamiento en un planeta que, como bien se sabe, no puede seguir haciendo lo que hace si desea evitar su deshumanización.

Continuando con la construcción de la narrativa, en días pasados se han producido en Tarija cinco iniciativas que buscan una realidad distinta y mejor frente a la crisis y al desconcierto generado por los resultados del Censo. En San Lorenzo, por invitación del empresario Mario Cavero, 50 líderes de desarrollo social se reunieron en la “Casona Antigua” para evaluar las potencialidades del turismo y el café. Se abrió un nuevo centro turístico en la “Bodega Casa Solum”, que incorpora de manera integral hospedaje, un centro de degustación, eventos, gastronomía y suma un dato exquisito y competitivo: la puesta en el mercado del vino variedad Carmenere. Se produjo una reunión entre las Fundaciones Avina y Solydes para analizar estrategias de desarrollo sostenible que el país necesita.

Conocimos las iniciativas del Gobierno Municipal para construir, en el marco del Bicentenario, una acción integral en favor del turismo, como ya lo viene haciendo el gabinete del Bicentenario de la Gobernación de Chuquisaca. Y desde el Movimiento Tarija Dialoga, se oficializó que está en marcha el “Segundo Encuentro Internacional Diálogos con el Futuro” para el año 2025.

Cuando en el CEPAD constatamos que el desarrollo local y el turismo en la economía construyen cohesión social y gobernanza territorial, reconocemos la importancia de lo que están desarrollando en Tarija todos sus actores, y no podemos menos que alegrarnos y compartirlo.

Tarija, ofreciendo su querencia musical, dicharachera y ocurrente, ¡puede hacer tanto por Bolivia en este momento!