- Sociedad

- HEIDDY QUIROGA
5/12/2024.- La oferta de panetones para esta Navidad es diversa y van desde artesanales hasta elaborados industrialmente y como todos los artículos navideños hay de todo precio.
En La Paz, el alza de producto del tradicional paneton es de hasta 10 bolivianos por unidad, mientras que en El Alto el aumento ronda los cinco bolivianos. Según los comerciantes del Mercados Lanza y Camacho, los costos de los insumos como harina, mantequilla y frutas confitadas contribuyeron a esta variación.
Los mercados y supermercados de La Paz y El Alto se llenan de aromas característicos del panetón, las galletas y las tradicionales roscas, la oferta de estos productos se diversificaron en presentaciones creativas. Sin embargo, la tradición navideña es afectada por el aumento de costos en comparación a la gestión 2023.
VENTA
“El precio del azúcar y harina subió, eso afecta mucho, porque son ingredientes claves”, explicó Rosmery Mendoza, propietaria del puesto número 20 de panaderia artesanal en el mercado Lanza. Además, comenta que el alza de precios para esta gestión es el doble al de 2023, “el panetón tradicional con frutos rojos y pasas que el año pasado costaba 32 bolivianos, ahora está entre 42 a 45 bolivianos. Es difícil mantener el presupuesto para la cena navideña”, dijo la entrevistada.
AUGE ARTESANAL
Frente al incremento de la producción de marcas comerciales, los panetones artesanales empiezan a ganar terreno con ofertas de calidad y sabor a precios competitivos. “Nuestros clientes buscan algo más fresco y natural, sin conservantes. Usamos frutas deshidratadas locales y mantequilla de verdad, no margarina”, comentó Pedro Calle, maestro panadero.
Además del panetón, las galletas decoradas y las roscas navideñas también se encuentran con alta demanda. En la ciudad de El Alto, ferias locales como la de Villa Dolores ofrecen galletas temáticas hechas a mano, con precios que van desde los 20 hasta los 40 bolivianos por cada docena.
Por otro lado, las roscas navideñas, con su característico sabor anisado, se posicionan como una alternativa económica.
Pese a este incremento de precios, muchas familias se esfuerzan por mantener viva la tradición. En mercados como El Lanza o la Ceja los comerciantes se percataron que los consumidores optan por comprar productos pequeños. “Nosotros ajustamos los precios lo más que podemos, pero también dependemos de lo que cuesta la materia prima. Aun así, seguimos vendiendo bien porque la gente no quiere dejar de celebrar”, asegura Julia Mamani, vendedora en el mercado Lanza.