Las investigaciones policiales de cinco asesinatos, cometidos con excesiva saña, en Pucamayu, Cochabamba, dejan entrever algo que ya se sospechaba. Aparentemente, los comunarios de esa región fueron comisionados para bloquear la carretera principal que une Cochabamba con el occidente del país a la altura de Parotani y esas personas buscaban armarse para repeler la represión policial que seguramente llegaría.
No se trata, pues, de movilizaciones pacíficas. Si los asesinatos fueron consecuencia de una venganza por una presunta estafa o un ajuste de cuentas ante una oferta carente de seriedad que obligó a asumir una serie de compromisos a los intereses, es un tema que la Policía deberá dilucidar con su trabajo investigativo.
Más allá de las consideraciones exclusivamente hechas en torno a la naturaleza de este abominable crimen corresponde reflexionar acerca de la presencia efectiva del Estado en todos los puntos del territorio nacional.
Es común ver en capitales provinciales la impune circulación de vehículos sin placas de control, presumiblemente robados o que ingresaron al país por la vía del contrabando. Es frecuente observar cómo ciertas cooperativas mineras se instalan en sitios sin otra autorización más que la voluntad de sus socios.
Es real y verdadero que, en poblaciones fronterizas, los pobladores son cómplices, cuando no directos contrabandistas. ¿Puede ante ello hacer algo el Estado o sus organismos de seguridad? ¿Hasta qué espacio puede aplicarse la ley y en qué ámbito ésta es válida? La historia nos enseña a todos los bolivianos que la mayor parte de las pérdidas territoriales obedecieron a la falta de Estado en fronteras.
¿Podrá Bolivia perder territorios dentro de sus propios límites internos, como en el trópico de Cochabamba, donde parece que sólo rige la ley del sindicato, la cooperativa o la comunidad? ¿Estamos a tiempo, todos los bolivianos, de poner freno a este orden de cosas y sentar soberanía a lo largo y ancho de las poco más de 101 millones de hectáreas que forman Bolivia? ¿Será demasiado tarde?