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Al ritmo de tambores y coanchas, un instrumento autóctono, el grupo Saya Afroboliviana de Tocaña logró con su música, no solo posicionar a la cultura afroboliviana en la sociedad, sino se hizo escuchar para exigir a las autoridades la dotación de servicios básicos e infraestructura para esa comunidad afrodescendiente.
“La saya nos abrió las puertas en muchos aspectos; la saya es un manifiesto, es una manera de expresar ideas, de hacerse escuchar. Se logró energía eléctrica que no teníamos, agua potable, mejora en las escuelas y un puesto de salud”, apuntó Jhonny Pérez, responsable del grupo Saya Afroboliviana de Tocaña.
En 2023, el músico fue elegido secretario general de la comunidad de Tocaña, municipio de Coroico. Los espacios de mayor acercamiento con las autoridades, al hacer sus presentaciones en La Paz, fue aprovechado para gestionar atención para esta comunidad yungueña.
El grupo se presentó este viernes en la Plaza Mayor de San Francisco, en ocasión de celebrarse el Día Nacional contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación. Los músicos interpretaron canciones que hablan sobre el pasado, pero también sobre la forma cómo la saya es parte de su vida.
Además, en bautizos, matrimonios y prestes que se realizan fuera de Tocaña, la saya está presente, dijo Pérez. “Tocaña es el centro donde se ha revalorizado la saya, ahora hay saya en Cochabamba y Santa Cruz”, agregó. El entrevistado tiene 49 años, 32 de los que dedicó a su arte.
Recordó que cuando la población no contaba con energía eléctrica, padres y abuelos tocaban los instrumentos para que la gente se alegre.
Según la historia oral, dijo Pérez, los primeros esclavos africanos llegaron a Potosí y otros a las haciendas de los Yungas, donde trabajaban para los patrones y en sus momentos libres los afros hacían música a manera de calmar
su dolor. Así nació la saya. Los hombres tocan los instrumentos y cantan. Las mujeres, además de corear, bailan. “La saya no sólo es de hombres, también tiene que haber la voz y el baile de la mujer, es dinámico, es una forma de expresión”, apuntó Fátima Zabala, integrante de esta agrupación cultural, que lucha por recuperar su identidad.
Por: Aleja Cuevas