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Un medio informativo argentino calificó al club San Antonio de Bulo Bulo, ganador de la reciente Copa Paceña, como un “ignoto campeón”. Aunque se ha abierto un debate en torno al hecho de que el equipo que se adjudicó el primer certamen futbolístico boliviano puede o no ser considerado campeón, San Antonio de Bulo Bulo ganó el derecho de participar directamente en la fase de grupos de la próxima edición de la Copa Libertadores de América, lo que implica una bonificación mínima de tres millones de dólares.

Este club fue fundado el 31 de octubre de 1962 en la zona de San Antonio, sitio comercial más importante de la capital del valle. Desde esa fecha hasta 2020 representó a este barrio en los torneos controlados por la Asociación de Fútbol de Cochabamba (AFC). Los dirigentes vecinales, impulsados por sus bases, consideraban a este equipo deportivo como una genuina delegación local en el balompié cochabambino y se opusieron hace unos 10 años a que el club sea vendido a un empresario.

LA VENTA Sin embargo, en 2020, no hubo oposición a que San Antonio sea transferido a un grupo dirigencial del municipio de Entre Ríos, provincia José Carrasco, de ese departamento. El plantel dejó de representar a su zona y se estableció en Bulo Bulo, uno de los siete distritos de esa comuna.

A partir de ese momento, comenzó el despegue deportivo de San Antonio de Bulo Bulo. En 2021 y 2022, se adjudicó los torneos de Primera “A” valluna. Su primera participación en la Copa Nacional Simón Bolívar tuvo lugar en 2021. En el torneo, cuyo campeón asciende directamente a la primera categoría del fútbol profesional boliviano, cumplió una sobresaliente campaña que lo depositó en semifinales, etapa en la que fue eliminado por el club García Ágreda, de Tarija.

En su calidad de campeón del fútbol cochabambino, el plantel, que ya llevaba el denominativo de San Antonio de Bulo Bulo, volvió a competir por el ascenso a la División Profesional. Lo hizo en el torneo de 2023. En esta oportunidad, mejoró su campaña y llegó a la final del certamen nacional, aunque fue superado en la final por penales por Gualberto Villarroel-San José, de Oruro, que logró el pase directo, pero los celestes del trópico cochabambino sorprendieron a los aficionados en la ronda del ascenso/descenso indirecto, pues superaron a Libertad Gran Mamoré, de Beni y ganaron el derecho de competir en el más alto nivel futbolístico.

ESTRUCTURA Aunque se dice que tiene un equipo de financiadores por detrás, Juan Tardío es la imagen del directorio del club desde su cesión al trópico de Cochabamba. Un joven profesional que dio la cara ante los medios desde su primera participación en la principal competencia del ascenso boliviano. Desde un principio, este equipo dio muestras de que no sería un relleno o un convidado de piedra en las competencias en las que pudiera inscribirse.

En 2021, se reforzó, por ejemplo, con el colombiano Carlos Preciado, exintegrante del América de Cali, uno de los clubes más poderosos de su país. Preciado juega actualmente en la Segunda división del fútbol peruano. Tardío declaró que la planilla mensual de su equipo asciende a unos 80 mil dólares, menos de la tercera parte de los poderosos The Strongest y Bolívar, por ejemplo.

Si alguna virtud ha tenido el director técnico del equipo tropical, Thiago Leitao, ha sido formar un equipo unido y solidario, sin estrellas ni futbolistas que pretendan presentarse como tales, aunque después de obtener el lauro, sus declaraciones rompieron el perfil bajo y de humildad que había mostrado a lo largo del torneo.