• Economía
  • Gregory Beltrán

Brasil vive una “guerra del arroz” entre el Gobierno y los empresarios debido a que esa nación debe comprar el producto del exterior por las inundaciones que se presentaron en Río Grande do Sul, que aporta el 70 por ciento de la producción al mercado interno. Esto hizo que el precio del producto se dispare en Bolivia y motive a los especuladores a comprar, incluso, la chala (cascarilla) del arroz para llevarla a Perú, procesarla y revender el arroz en Brasil a 100 dólares por quintal.

El viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, informó que el kilo de arroz en el mercado local cuesta hasta ocho bolivianos, pero en Argentina se cotiza hasta en 34 bolivianos, mientras el quintal, que valía unos 50 dólares (más de 350 bolivianos) en el mercado nacional, en Brasil ofrecen unos 100 dólares, más de 700 bolivianos. 

“Es decir, están ofreciendo a los productores el doble del precio que se paga en el mercado local, ése es uno de los principales factores por los cuales, incluso, nos señalan que los peruanos entran y se llevan el arroz en chala”, afirmó.

Este hecho puede explicar la gran demanda del cereal que se desató en almacenes de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), donde se forman filas desde muy temprano por una arroba. Son aproximadamente 2.800 bolsas que se venden diariamente en las ciudades de La Paz y El Alto.

REGLAMENTACIÓN

Junto al viceministro de Comercio, Gróver Lacoa, Silva señaló de que se requiere concluir la reglamentación de la Ley 100 para sancionar este tipo de prácticas que generan procesos especulativos en el país.
Ambas autoridades forman parte del Comité Interinstitucional de Seguridad Alimentaria, cuyos integrantes recientemente realizaron inspecciones en 50 ingenios arroceros, que están principalmente en Santa Cruz, para comprobar que hay suficiente cereal para abastecer el mercado interno hasta la próxima cosecha.

DEPÓSITOS

A su vez, el viceministro de Desarrollo Agropecuario, Álvaro Mollinedo, indicó que hay depositadas alrededor de 80 mil toneladas en chala en diferentes silos e ingenios arroceros “con lo cual garantizamos plenamente la provisión de este producto hasta el inicio de la siguiente campaña” agrícola”, aseveró Lacoa.

La autoridad informó que la producción de arroz en Bolivia enfrentó un gran problema por la sequía, que es “una de las más drásticas observadas en los últimos 25 años” en la región.

A este fenómeno se sumó la escasez de diésel que hizo subir el precio del quintal de 340 a cerca de 400 bolivianos. Una vez que se regularizó la provisión de este combustible se espera que vaya a rebajar el precio, pero está de por medio el contrabando a países vecinos, por lo que se extremarán los esfuerzos para evitar que continúe el tráfico ilegal de productos bolivianos a países vecinos.

Lacoa informó que la reglamentación de la Ley 100 para sancionar el “contrabando a la inversa” está en su fase final y que en unos 15 días se podría tener una norma aprobada.

Respecto a las reuniones con los productores, dijo que el próximo lunes sostendrán una segunda evaluación de orden técnico para intercambiar información sobre la oferta, la demanda de productos y la afectación por la sequía.

La autoridad señaló que es posible establecer una banda de precios para el arroz, medida que se analizará con los productores. “Lo que existe es una especulación causada por el precio en Brasil, el precio en Argentina, el precio en Perú, de este producto que es mucho más elevado”.