La Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) tiene muchos temas pendientes que tratar.
Allí están el proyecto de Presupuesto General del Estado (PGE), los contratos para la explotación del litio en los salares del sudoeste del país, la contratación de créditos por más de 1.000 millones de dólares y la ley de escaños sobre la base de los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda realizado este año.
A causa de la división interna en el Movimiento Al Socialismo (MAS), además de las otras fuerzas políticas, las labores legislativas han sufrido paralizaciones e interrupciones permanentes.
En rigor, menudearon a lo largo de los meses precedentes las críticas contra el primer Órgano del Estado por su baja producción legislativa y fiscalizadora.
Urge sancionar el Presupuesto General del Estado. La anterior Constitución establecía que si en 60 días, el Parlamento no consideraba la propuesta, ésta cobraba automáticamente fuerza de ley.
La actual Carta Magna no contiene ese precepto, por lo que es imprescindible contar con el visto bueno de la mayoría absoluta de los asambleístas para que ese documento entre en vigencia.
Sin embargo, casi tan importante como esa disposición legal es la normativa referida a la distribución de los escaños legislativos.
Con base en los datos arrojados por el Censo, el departamento de Santa Cruz debe ganar una curul en la Asamblea y Chuquisaca debe perder uno.
Como consecuencia de este hecho, personal técnico del Tribunal Supremo Electoral deberá reelaborar la delimitación de las nuevas circunscripciones uninominales, tarea que demandará unos tres meses, por lo que corre prisa la sanción legislativa de esa ley.
Los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) solicitaron públicamente a la Asamblea que lleven adelante el análisis correspondiente o, de lo contrario, la realización de las elecciones generales de 2025 estará en peligro.
El riesgo es demasiado grande. Por razones de egoísmo político o de intereses sectarios, no se puede poner en peligro toda la arquitectura democrática de Bolivia que tanto cuesta construir.
La experiencia del empantanamiento de los primeros años del ciclo democrático debe dejar lecciones. Sólo quienes ignoran su historia están condenados a repetirla.