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Foto: Victor Gutierrez/La Prensa
  • Aleja Cuevas

Debido a la escasez de combustible, la oferta de caña de azúcar, un producto infaltable en la mesa de Todos Santos, es poca y los comerciantes anticipan que subirá su precio. A cuatro días de recibir a los difuntos, el amarro de cuatro cañas de azúcar vale 75 bolivianos y la unidad cuesta desde 10, 15 hasta 20 bolivianos.  
“Estamos sorprendidos con la escasez de caña. Esto es nada, para estas fechas las paredes de esta calle ya estaban llenas de cañas de azucar, frente a frente. Sólo llegó un carro ahora”, lamentó Susana Cavana, al observar que la calle Manuripi, de la zona El Tejar sólo habían dos puestos de venta de este producto. 
Cavana, quien lleva 30 años en la venta de tocoro, cebolla con flores, usada para la mesa de Todos Santos, dijo que la caña llega del departamento de Santa Cruz y del municipio de Caranavi, del norte de La Paz. 
“A aquella pared saben descargar la caña cruceña. Tanto incendio que hubo, seguro por eso no hay”, dijo. 
Sonia Palabra, de la comunidad 3 de mayo, del municipio de Caranavi, llegó ayer con un camión lleno de cañas de azúcar. Explicó que, debido a la escasez de combustible en el norte de La Paz, los productores de esta planta no lograron cosechar, ya que es necesario la gasolina para los equipos que cortan la caña. 
“El año pasado llegué con tres camiones, ahora sólo uno”, dijo Palabra. Anticipó que, debido a esta escasez,  el precio de la caña subirá de precio, cuando el año pasado el amarro de 10 cañas costaba unos 80 bolivianos.  

EL PRECIO. 
En uno de los dos únicos puestos de venta instalado en la calle Manuripi esquina avenida Kollasuyo, cada caña se vendía a 10, 15 y 20 bolivianos; el amarro de cinco unidades, 75 bolivianos. 
“Está caro, cada uno costaría a 15 bolivianos”, dijo Victoria Huanca. Ella armará por primer año, la mesa de Todos Santos para su mamá, en el municipio de Carabuco. Junto a sus hermanos tiene previsto comprar dos amarros, lo cual le costará 150 bolivianos. “No puede faltar, es su bastón del difunto que ayuda a caminar”.  
Luis Mamani compró cuatro cañas de azúcar, cada una a 15 bolivianos, para él es importante contar con este producto y el tocoro. “Son los más esenciales, los panes son algo secundario”. 
Según Cavana, incluso, el año pasado la caña se remató a un boliviano, pero este año pronostica que escaseará este producto infaltable en la mesa de Todos Santos.