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Las condiciones de permanencia y supervivencia dentro de la cárcel de Palmasola depende de la situación económica de cada privado de libertad. Cuando un reo preventivo llega al penal, antes de ingresar a población, debe permanecer en “Alcatraz” una celda de detención, momento en el que los familiares o abogados deben negociar la seguridad y comodidad del recién llegado al penal.
“La mejor opción es pasar al PC4 por la comodidad, pero sólo para que deriven a una persona a ese sector, se debe pagar al ayudante del mayor de 500 a 2.000 dólares. Adicionalmente, para no terminar en “Guantánamo” una de las secciones con hacinamiento se paga 500 a 2.000 dólares adicionales”, refiró un privado de libertad.
Cuando un nuevo recluso ingresa a la Regencia del PC4, le explican que debe pagar 1.000 bolivianos por “derecho de piso” y tiene dos opciones, hacer el pago en cuotas o al contado. Al día siguiente de su llegada, el reo es trasladado al área de limpieza, donde debe abonar de 650 a 700 bolivianos.
“Lo que se paga en el área de limpieza va directamente a las arcas de otros privados de libertad que están a cargo y después te conducen hasta uno de los pabellones. En el PC4 hay 31 pabellones y de acuerdo con el que te cobran nuevamente ‘derecho de piso. que puede ser de 1.000 a 3.500 bolivianos, según qué tan importante seas o qué tan mediático sea el caso en cuestión”, refirió.
Si un recluso quiere tener un teléfono celular lo puede adquirir dentro de la cárcel, pues hay “tiendas” en las que se puede comprar chips, cargadores, hacer la recuperación de chips y servicio técnico general; pero si se necesita un celular de afuera, se debe pagar 200 a 300 bolivianos a los policías para introducir un equipo con su cargador.
“Si te pillan con el celular, te llevan a una celda de castigo además que se tiene que pagar de 500 a 2.000 bolivianos o te mandan a la “muralla” y ahí se paga el doble Por eso, los teléfonos celulares deben estar siempre escondidos”, señaló.
Los encargados de cada pabellón deben pagar a Regencia una cuota considerable, semanal, mensual o quinquenal, dinero que debe ser destinado para hacer refacciones imprescindibles en la cárcel.
“El regente es Neyer V., pero hay otra persona que maneja todo. Es Limber P., que no tiene un cargo oficial, pero tiene conversaciones con las autoridades nacionales. Por eso tiene tanto poder y ese dato lo conoce toda la población carcelaria”, denunció el recluso.
En cuanto a las celdas, un privado de libertad tiene la opción de alquilar o comprar el espacio. El alquiler varía de 300 a 3.000 bolivianos sobre la base de las comodidades de cada una y en qué pabellón este. La compra de un espacio se la realiza con documentos y varía de 600 a 2.000 dólares aproximadamente. El monto debe cubrir lo que se gastó en las mejoras, realizadas en la pieza durante la permanencia del privado de libertad.
En lo que respecta a las comodidades, en la celda de un privado de libertad puede haber una televisión con DVD o TV cable, una cama de dos plazas, baño privado y aire acondicionado, dependerá de la posición económica del interno.
El alcohol y la droga ingresan por la puerta, hay “arreglos” con los responsables del penal, a condición de hacer unos pagos. Cerveza, ron, whisky, fernet o alcohol de quemar entran ocultos en cajas de galletas o algún otro producto, que no se revisa porque ya se sabe que se hizo el pago que permite su ingreso.
“En resumen, es más fácil conseguir drogas dentro de Palmasola que en la calle, ingresa por diferentes medios incluso lanzan el producto desde afuera, usan drones y alguna vez se paga a un policía para que mirte a otro lado”, mencionó.
Por: Carmen Challapa