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Unas dos docenas de cajas de cerveza, seis canastas de frutas y víveres, y dos cerdos enteros listos para ser horneados... Así esperaron los Prestes Mayores de 2025, en un salón de eventos de la avenida Kollasuyo, al Preste Mayor 2024, Roberto Apaza Condori, quien llegó en compañía de su hija Carmen Rosa Apaza Fernández. Ambos llegaron al “Sarta”, tradicional evento con el que se confirma a los prestes 2025.
Similar ritual vivieron en 2019, los padres de Carmen Rosa, cuando se les confió la función de Prestes Mayores 2022, pero debido a la pandemia, María del Carmen Fernández perdió la vida, y la Fiesta Mayor de los Andes se suspendió; pero un año después, fueron ratificados para cumplir esta tarea en 2023.
“Los prestes mayores tienen que ser chacha-warmi, una pareja con bastante recorrido en la vida folklórica”, comenta Fernández Apaza. Sus padres fueron fundadores de la Fraternidad Viajeros La Paz-Charaña en Gran Poder.
Fernández Apaza recordó con nostalgia cómo, en 2022, dos años después de la pandemia, muchos de los fraternos enviudaron, por lo que padres y madres apadrinaron el preste con sus hijos.
En el caso de su padre Roberto Apaza, la hija mayor, Carmen Rosa, le acompañó el 5 de mayo de 2023, cuando fueron ratificados para ser Prestes Mayores 2024. “Hemos empezado con (el ritual de entrega) bandera rosada, que bailó mi mamá, luego con la bandera celeste, en 2022, y el año pasado nos confirmaron con la tricolor”.
La obligación de los prestes mayores es el cuidado de todo lo relacionado con el Señor Jesús del Gran Poder y su Santuario. “Nos encargados de organizar la kermés, en diciembre. Lo recaudado se destina al mantenimiento del Santuario porque no es nada barato, porque no existe una norma o algo que apoye al santuario económicamente”, dijo.
Después de que pase la Fiesta del Gran Poder, los prestes mayores continúan el apoyo al recinto sacro, explicó.
“Las mujeres velamos por que no se utilice de mala forma la imagen del Tata”.
Recordó que envió una carta notariada a la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder, para que una fábrica de cerveza excluya la imagen religiosa en sus productos.
Además de cuidar la imagen del Señor del Gran Poder, hay otras obligaciones como las reuniones con el Consejo Pastoral con dirigente folkloristas, actividades por las festividades de las advocaciones marianas del Carmen, Urkupiña y Guadalupe y la fiesta patronal de San Agustín.
Además, hay actividades por la fiesta de Todos Santos, cuando se arma en el templo la tradicional mesa, luego sigue la Navidad, cuando se ofrece una chocolatada a los niños, la Misa de Gallo y otras tareas en la Fiesta de Reyes, el 6 de enero.
Apaza Fernández, quien ha bailado la mitad de su vida en la fiesta del Gran Poder, tiene el reto, junto a otras dos personas, de recopilar toda la información de los prestes mayores que pasaron por la historia de la Fiesta Mayor de los Andes.
“Hay un proyecto que lanzamos, con dos personas, queremos que el preste mayor sea declarado patrimonio intangible, pero, primero, debemos contar con un registro y memoria fotográfica”, anticipó.
En tanto, seguirá las actividades como el cambio de vestimenta del Señor del Gran Poder.
Por: Aleja Cuevas