- Sociedad
- Aleja Cuevas
11/12/2024.- En menos de 30 minutos, un hombre solicita mejoras en la imagen del Niño Jesús. Luego, llega una mujer con un cajón del cual saca tres figuras de distintos tamaños para ser restauradas. A dos semanas de la Nochebuena, se incrementa la demanda de los católicos que buscan la restauración de imágenes del Nacimiento, en especial de la figura del Niño Jesús.
“Esto comienza en octubre y sigue en noviembre y diciembre. Ya han llegado un promedio de 500 figuras de Niño Jesús, porque una persona no trae solo una, sino dos o cinco. En otros casos incluyen a figuras de María y José”, dice Rafael Gonzales, restaurador en Rafael’s Colonial Art, de la zona San Pedro.
La habilidad de este restaurador comenzó en colegio, cuando se destacó en sus trabajos, así se animó a estudiar en la Academia de Bellas Artes, con el tiempo se decantó por la restauración ante el número de creyentes de imágenes. “Así es como me animé a dirigir el arte sacro”, recuerda.
Lleva 31 años dedicado al arte de la restauración, no solo él, sino también su esposa y sus hijos. En estas fechas, el trabajo requiere dedicación desde las ocho de la mañana hasta la medianoche. “Los clientes vienen con la esperanza de que su Niño Jesús esté listo para la Navidad”, comenta.
Recibe tantas figuras que cada una de las imágenes sacras debe ser codificada con un nombre y números para facilitar su reconocimiento.
“Todo el año es frecuente la llegada de los Niños, pero para Navidad se incrementa, porque no solo vienen de La Paz, sino también del exterior, de Argentina y Brasil, y del interior del país”, dice Gonzales. Comenta que esto se debe a que hace un buen trabajo.
“Usamos materiales súper duraderos. Las roturas se reparan con un refuerzo de metal, para que puedan resistir”, muestra Rafael cuando levanta de un dedo a una de las figuras.
Días antes del 24 o después, sobre todo, en domingo, es cuando la figuras del Niño Jesús son bendecidas en los templos. “Para el 22 y 29 habrá muchos que vendrán con su Niño”, comenta la responsable de información de la parroquia de San Pedro.
Ella, por ejemplo, tiene ocho figuras de Niño Jesús, la mayoría regaladas por tías y otros familiares. “A uno le falta un dedo, pero lo cubrimos con un zapatito; a otro le falta cabellos, pero le pintamos, porque restaurar es caro”, dice.
En Rafael’s Colonial Art, el precio de una restauración de uno, dos o tres dedos, varía entre 50 y 100 bolivianos, pero si se trata de un Niño antiguo, la restauración puede costar hasta 500 bolivianos.
”Los que son de estuco tiene un costo mucho menor, unos, 30 bolivianos; en otros casos, es más difícil debido al material que se usa”, dice.
Las figuras llegan, sobre todo, con los dedos de las manos y los pies rotos, pero mucha gente invierte en su restauración porque las consideran parte de su familia.