- Sociedad
- Susana Salinas
Los incendios que se presentan en países vecinos agravan la crisis climática en Bolivia. En unos casos, por quemas descontroladas que se propagan y cruzan fronteras y, en otros, por la humareda que se acumula en el territorio, como resultado de los vientos que juegan en contra de la esforzada labor en la mitigación de los focos de calor que se tiene en el país.
En Santa Cruz, las llamas originadas en una zona fronteriza con Brasil ingresaron el jueves por Puerto Quijarro y llegaron hasta las orillas de la Bahía Cáceres.
El lago natural boliviano está ubicado en el extremo este del país y parte de su extensión está dentro del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Otuquis, también amenazado.
Las autoridades de la Gobernación informaron el domingo en la noche que el ingreso del fuego es resultado de los vientos que llegaron con baja intensidad, 5 kilómetros por hora.
“Este es uno de los (incendios) que existe, hay otro en el parque de Otuquis, que colinda con Paraguay; otro en el río Pimiento, en la zona de Yacuses; el otro, en la zona del Área Natural de Manejo Integrado San Matías; y en la zona Fin de Mundo, donde también está por ingresar a las comunidades”, señaló Laura Maneira Espinoza, de Control y Fiscalización Forestal de la Alcaldía de Puerto Suárez.
En tanto, el titular de la entidad edicilia, Mauricio Montero Yorge indicó que a principios de junio se realizó un trabajo con maquinaria y bomberos forestales en la bahía norte de Cáceres, donde se observaba, desde el muelle turístico, un incendio de grandes proporciones, para cortar el avance de las llamas.
“Quiero darle la seguridad de que vamos a estar pendientes”, dijo Montero.
DESESPERACIÓN
Ayer, en medio de una espesa humareda y con el graznido de desesperación de las aves en el ambiente, una pastora que se encontraba en las riberas de la bahía Cáceres contó a Unitel con lágrimas en los ojos su impotencia.
“Siento mucha tristeza, la naturaleza se está acabando, los que más están sufriendo son los animales que viven en este espacio. Oiga la aflicción de los pájaros, que Dios se encargue de quienes hacen esto”, dijo.