• Economía
  • Gregory Beltrán

La decisión del Banco Central de Bolivia (BCB) de permitir el uso de activos virtuales en el país, sin que esto signifique reemplazar al boliviano como la única moneda de curso legal, permitió dinamizar el movimiento económico mediante un sistema alternativo que crece de forma progresiva.

Si bien no se puede tener un informe detallado del movimiento que genera el empleo de criptomonedas en Bolivia, se estima que entre julio de 2022 y julio de 2023 se movió unos 1.000 millones de dólares. Sólo en este año, 252.802 personas poseen activos virtuales.

Ayer, en conferencia de prensa, el presidente interino del instituto emisor, Edwin Rojas Ulo, informó que entre julio, agosto y septiembre de esta gestión se registró un incremento de más del 100 por ciento en las operaciones de compra y venta de activos virtuales mediante el uso de canales e Instrumentos Electrónicos de Pago (IEP).

El monto promedio mensual entre enero de 2023 y junio de 2024 pasó de 7,6 millones de dólares a 15,6 millones de dólares entre julio y septiembre, principalmente en operaciones relacionadas con las stablecoins, o tokens que son las unidades de valor emitidas por una entidad privada en bloque o blockchain. Esto significa que el valor total transado en tres meses llegó a 46,8 millones de dólares con lo que se superó la cifra de los seis meses previos, destacó Rojas. “El BCB abre camino en el uso de criptoactivos en Bolivia. Nuestro país da pasos agigantados hacia un futuro económico con mayor uso de instrumentos digitales accesibles”, aseguró.

Respecto al número de operaciones con activos virtuales informó que éste se incrementó significativamente para llegar en los tres meses precedentes a 1.123.000 operaciones, cifra que supera a los seis meses previos a la Resolución que emitió la entidad financiera cuando hubo 932 mil operaciones. Esto representa un incremento del 141 por ciento de las operaciones en promedio luego de habilitarse el uso de estos activos.

Estos resultados, agregó, van en línea con los datos preliminares de la ASFI, que reporta seis entidades de intermediación financiera operan con activos virtuales mediante los IEP.

Entre julio y agosto, los volúmenes de operaciones se incrementaron en 40 por ciento y la mayor parte fueron realizadas por personas naturales. Esta medida se coordinó entre la ASFI y la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF).

En todo caso, autoridades nacionales aseguran que los usuarios deben adquirir estos activos con precaución, pues alertan de la posibilidad de estafas a través de páginas electrónicas.