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A la fecha, se registra un 21 por ciento de avance físico en la reparación de la estructura de la bóveda del río Choqueyapu, en el tramo comprendido entre el mercado Lanza y la calle Yanacocha, donde se observó “severos daños”, informaron voceros de la Secretaría Municipal de Gestión de Vulnerabilidades.

Esas labores se iniciaron en mayo, inmediatamente después de concluir la época de lluvias, por lo que fue necesario hacer cortes y desvíos del agua para ejecutar los trabajos de refacción. Asimismo, se desplegó un equipo especializado de 25 a 40 trabajadores, en los turnos diurno y vespertino, que desarrollan sus labores dentro de la bóveda.

Fuentes municipales informaron a LA PRENSA que, actualmente, se realizan labores de reparación en seis frentes de trabajo. Se continua la limpieza y excavación “del material azolvado” en el tramo para evaluar el cambio de revestimientos. Azolvar significa cerrar un conducto para evitar el paso de alguna sustancia.

Además, se ejecuta la impermeabilización de muros laterales, en los sectores donde la armadura era visible.

También, se inició el colocado de sillares en solera, vale decir, bloques de granito apoyados en maderos resistentes; además que se ejecuta la reparación del emboquillado de los muros, que es una técnica de construcción que garantiza durabilidad y estética de acabados en pisos y paredes.

A mediados de junio, el alcalde Iván Arias afirmó que se trataba de una “preocupante situación”, por lo que anunció una serie de medidas y restricciones, sobre todo en la Plaza Mayor de San Francisco y las vías circundantes, para reparar los daños en la estructura.

Esta labor debe proseguir hasta noviembre en el interior de la cámara, aunque es posible que algunos trabajos se realicen desde el exterior, en caso de que se produzcan filtraciones de agua o hundimientos en la plataforma de la vía urbana.

Las fuertes lluvias de este año afectaron cuatro de los cinco tramos de la bóveda del Choqueyapu, pero el lugar “crítico”, construido hace 89 años, requería una intervención urgente, que implica una inversión de cinco millones de bolivianos.

Durante una inspección, se constató que 200 metros, de los 482 que tiene ese tramo, presentaba “fallas severas”, es decir, pérdida de revestimiento del piso, que fue horadado por el agua; pérdida de revestimiento del muro; además de pérdidas de revestimiento y de la losa de hormigón de piedra.

Ante esto, desde el 1 de julio se activó un plan para rebajar la carga sobre la estructura.

Por: Luis Mealla