• Cultura
Foto: APG
  • LA PRENSA

27/2/2025.- Las ojotas, flores, una pollera, a la altura de la rodilla, una blusa bordada y una mantilla con colores vibrantes, son parte de una tradición que nació en el sur de Bolivia y rompió fronteras para conquistar el mundo, donde la historia y la cultura se entrelazan para fortalecer la hermandad femenina, la amistad y las tradiciones.

La Fiesta de Comadres tiene lugar el jueves previo al Carnaval. Durante las primeras horas, Tarija se transforma. Las calles se llenan de mujeres de todas las edades: algunas lucen trajes típicos, mientras que otras se visten con atuendos urbanos, adornados con bordados florales o instrumentos musicales.

El ambiente es festivo. Se respira alegría y música. Las comparsas, formadas por comadres, recorren las principales avenidas de la ciudad, danzando al ritmo de las tradicionales melodías y coplas del Carnaval tarijeño.

“Yo he nacido en un rancho bajo un algarrobal, soy mocita muy alegre, soy hija del carnaval. Soy mocita muy alegre, soy hija del carnaval. Mi cajita que yo toco tiene de todos costos, a un lado cuero de gato, al otro perro rabioso, a un lado cuero de gato, al otro perro rabioso”, dice una copla carnavalera.

El bullicio, el estruendo de los cuetillos y las carcajadas son parte del paisaje, mientras las mujeres celebran su identidad y su papel vital en la cultura y la comunidad.

La “Cuma” o “cumita” es un término que hace referencia a la palabra “comadre”, que tiene un trasfondo profundo del papel de la mujer en la sociedad de Tarija. Ellas no solo celebran su amistad, sino también su solidaridad, el fortalecimiento de sus vínculos, compartir historias y vivencias, y disfrutar del compañerismo.

“Temprano, voy a la casa de la que quiero hacer mi cumita. Primero toco la puerta, lanzo cuetillos, acompañado de mixtura y serpentina entrego de la coronilla de mi cabeza a la coronilla de la cabeza de mi cuma, una canasta llena de productos significativos”, explica la diputada Mariela Quispe (MAS-IPSP).

Detrás del tejido de cada canasta está el significado de la alegría, con dulces tortas sabor a anís, caramelos, frutas y verduras de la estación, albahaca, adornadas con las flores más bonitas (comadres y rosas pascuas), banderines, globos y serpentina.

“En estos carnavales acostumbramos a compartir los frutos como el durazno y la uva, un pan dulce, además la alegría y la algarabía. No puede faltar la rueda chapaca y la vestimenta del lugar”, destacó la diputada tarijeña, Lidia Tupa (MAS-IPSP).

PRESERVAR LA CULTURA
Cada año, las generaciones más jóvenes se suman con entusiasmo, portando el legado de sus abuelas y madres, y adoptando la fiesta como suya. Esta herencia de tradiciones asegura que la festividad siga viva, siempre renovada y vibrante, pero fiel a sus orígenes.

El inicio de esta festividad se remonta a 1960. El historiador Miguel Molina Gareca afirma que “los cronistas jesuitas ya mencionaban la fiesta de las mujeres que, justamente, era en los días previos del carnaval”; además que nació en el área rural y se extendió a la urbe, fortaleciendo los lazos de amistad.

Aunque la festividad es principalmente una tradición local, en años recientes llevó a Tarija un número creciente de turistas nacionales e internacionales, deseosos de conocer la autenticidad de esta fiesta única en el mundo. Tarija, conocida por su calidez humana y su ambiente tranquilo, ha visto cómo esta celebración ha puesto a la ciudad en el mapa de los grandes eventos del país.

En ese sentido, para resguardar esta tradición, la Cámara de Diputados en su 58ª sesión ordinaria sancionó la Ley “Que declara Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia a la ‘Fiesta del Jueves de Comadres’ en el municipio de Tarija”.

“Se busca declarar al día jueves de comadres en Tarija como el conjunto de expresiones propias de las costumbres culturales y tradicionales chapacas junto a la gran entrada de Comadres, como un acto de preservación, mantenimiento, difusión y promoción de la belleza de la mujer tarijeña, su vestimenta y danza tradicional, manifestaciones tangibles e intangibles propias del ´Carnaval Chapaco´; logrando su individualización, para su identificación, documentación, protección, promoción, valorización, difusión y revalorización y de esa manera evitar el plagio y distorsión por parte de conciudadanos y de países vecinos”, se lee en una parte del proyecto.