• Sociedad
  • Susana Salinas

Es tan grave la magnitud de los incendios forestales en Roboré que los animales silvestres, reacios por instinto, a acercarse a los humanos, busquen refugio de las llamas en predios o viviendas, por lo que, a través de las redes sociales, funcionarios de Biodiversidad de la Gobernación cruceña pidieron que las personas que encuentren ejemplares en sus propiedades se comuniquen con expertos para rescatarlos y someterlos
a cuidados.
Un reporte de Cecilia Dorado, responsable de este equipo, señala que a pesar de la lluvia que cayó ayer sobre gran parte de ese departamento las llamas continúan y con ellas, el temor de las personas a perder sus bienes e, incluso, la vida.
A su turno, Carlos Argota, responsable municipal de Gestión de Riesgos de Roboré, informó que la lluvia ayudó bastante a sofocar el fuego, pero continúan las tareas para controlarlo. “Pido encarecidamente a la población que se desplaza en carretera hacia la zona de los incendios, tener precaución, puesto que los animales silvestres huyen del fuego en busca de refugio, agua o comida, por lo que se teme que sean encandilados por la luz de los vehículos
y sean atropellados”, indicó Dorado en una rueda de prensa.


Asimismo, demandó prudencia en caso de ver animales heridos, para que se los lleve a un lugar seguro y se dé aviso a través de la línea gratuita 800-142052 o al teléfono celular 78166690. Dorado también informó que durante la
incursión en la zona afectada por los incendios en Roboré, se hizo un rastrillaje por las comunidades San Lorenzo Nuevo, Naranjos y Bella Vista, donde se procedió al rescate de animales silvestres.


Refirió que encontraron animales vivos con quemaduras y otros que estaban a punto de morir por asfixia, a los que se brinda atención veterinaria de primeros auxilios, antes de ser trasladados a Santa Cruz de la Sierra para que continúen sus respectivos tratamientos en el centro especializado de la Gobernación.

Entre los rescatados se cuenta una urina neonata, un jochi calucha, dos suchas bebés y dos lagartijas chaqueñas. Debido a su condición actual y la atención que necesitan, no podían ser dejados en la zona, puesto que corrían el riesgo
de ser nuevamente alcanzados por el fuego, como sucedió con ejemplares que, lamentablemente, no lograron salvar sus vidas.


“Si nos tardábamos unas dos horas, no íbamos a encontrar a las suchas con vida”, manifestó una veterinaria al explicar el traslado. La jornada de ayer, las brigadas de operación no cesaban de luchar contra los focos de calor que aún amenazan.