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La construcción de la doble vía El Sillar, en Cochabamba, transformó las condiciones de vida de los pobladores de la zona. Los asentamientos pasaron de viviendas de madera a estructuras de ladrillo, favorecidos por la llegada de turistas y trabajadores de la obra. Este proyecto, iniciado en 2016, no solo optimiza la conectividad y seguridad vial, sino que también promueve el crecimiento de los negocios locales.

Los comercios crecieron gracias a la demanda de los trabajadores, quienes utilizan estipendios diarios para adquirir productos y servicios. Estos emprendimientos prosperaron notablemente debido a la actividad económica impulsada por la carretera. Pobladores como Nabor Siles destacan cómo la vía mejoró sus condiciones de vida y dinamizó la economía local.

Sinohydro, la empresa encargada, incorporó áreas de descanso que fomentaron el asentamiento de comerciantes, creando polos de desarrollo en la región. Este impulso también potenció el turismo, y las comunidades cercanas ahora solicitan la expansión de la vía, buscando extender el progreso más allá de los 32 kilómetros construidos.