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Foto: APG
  • Wilma Pérez

En las ciudades de La Paz y El Alto la población pudo adquirir ayer la carne de pollo en las agencias de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) y cinco puestos móviles. Además, se observó la regularización en la venta de combustibles, aunque persisten las filas.
“Emapa es uno de los distribuidores de carne de pollo y lo está comercializando en sus 15 supermercados de La Paz y El Alto, pero también se habilitaron puestos móviles en cinco sectores. La venta es a precio y peso justo”, informó el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca.
Los puestos móviles fueron instalados en la sede de gobierno, en la zona Max Paredes, cerca del Cementerio General; en Kalajahuira y Villa Fátima. En El Alto se comercializó en la zona de Río Seco (norte de la ciudad) y en Senkata, cerca de la carretera a Oruro (al sur).
Huanca especificó que el kilo de pollo se comercializa a Bs 17 y Bs 17,50 debido a la alianza establecida con las empresas privadas Sofía y Pío Rico, las que envían sus productos a través del puente aéreo habilitado del departamento de Santa Cruz.
Habitualmente, dijo el ministro, se envían 20.000 unidades de pollo, pero este sábado llegaron 80.000 y está previsto que la cantidad no disminuya en los próximos días, para evitar el desabastecimiento en los principales mercados.
Sin embargo, el producto no llegó a los centros de abasto grandes como el Mercado Rodríguez de La Paz o Villa Dolores en El Alto, por ello las vendedoras y amas de casa se quejaron. “Yo no trabajo con Pío Rico y no me dejaron nada, lo mismo sucede con las otras vendedoras, el Gobierno debiera distribuir, sin discriminación, a todos los mercados para que llegue a toda la población por igual”, se quejó Marcela, entrevistada por un canal de televisión de El Alto.
De igual manera, una compradora de la sede de gobierno lamentó que los puestos móviles sean pocos y en lugares muy alejados. “Estoy a la pesca de comprar lo más barato, no voy a Emapa porque las filas son interminables, hay que dormir por un kilo de carne o arroz y no tengo tiempo porque debo trabajar. Deberían instalar más puestos móviles”, dijo.
En cuanto a la venta de diésel y gasolina, las estaciones de servicio de la sede de gobierno tuvieron poca afluencia de usuarios debido a que el combustible fue despachado con regularidad desde el viernes. 
No sucede lo mismo en la urbe alteña, donde las filas por ambos carburantes pasan las siete cuadras, especialmente en surtidores de la avenida 6 de marzo.
Los transportistas se quejaron de que la distribución de carburantes no sea las 24 horas, como anunciaron en el Gobierno.