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El plan del presidente de Argentina, Javier Milei, para estabilizar la maltrecha economía del país suramericano ingresa en su “fase 2” con más incógnitas que certezas sobre el futuro del régimen cambiario y, fundamentalmente, sobre cómo y cuándo habrá una reactivación económica clara y una desaceleración sustancial de la inflación.
El viernes pasado, el Gobierno argentino anunció que el programa de estabilización económica puesto en marcha en diciembre pasado por Milei entraba en su segunda fase, con foco en el saneamiento definitivo del balance del Banco Central, tras haber logrado en la primera parte recuperar el equilibrio fiscal mediante un fuerte ajuste de “shock”.
Entre otras cosas, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) dejará de emitir dinero para financiar los intereses que paga por sus pasivos remunerados, el segundo mayor “grifo” de emisión luego del destinado a la financiación del déficit del Tesoro, considerado por el Gobierno como la principal causa de la elevada inflación en Argentina (276,4 por ciento interanual y 4,2% en mayo).
Para ello, los pasivos remunerados del BCRA serán reemplazados por deuda del Tesoro: los bancos colocarán sus excesos de liquidez, ya no en pases pasivos (un instrumento emitido por el BCRA), sino en letras de regularización Monetaria, emitidas por el Tesoro.
“En contrapartida, el Tesoro aumentará su deuda de mercado a tasa flotante y pagará más intereses, lo que exigirá mayor superávit primario para mantener el superávit financiero”, observó la consultora Delphos Investment en un informe.
AJUSTE FISCAL Cómo hará el Gobierno para prolongar el fuerte ajuste fiscal en un contexto aún de contracción económica y crecientes tasas de pobreza es una de las mayores incógnitas, más allá del “aire fresco” que cree haber conseguido con la reciente aprobación parlamentaria del paquete de reformas económicas de Milei.
Luego de este proceso la única fuente de emisión monetaria sería para la compra de dólares por parte del BCRA con el objetivo de recomponer sus alicaídas reservas monetarias.
Y queda aún pendiente una solución al millonario volumen de “puts”, una especie de seguro de liquidez de títulos de deuda otorgado por el BCRA, que requerirá un acuerdo con los bancos.
El anuncio de la “fase 2” se da en medio de crecientes dudas entre los inversores, quienes comienzan a ver como necesarios cambios en la política cambiaria para converger hacia una unificación de los muchos tipos de cambio que coexisten en Argentina y la apertura del denominado “cepo cambiario”.
Sin embargo, el Gobierno dijo el viernes que el tan esperado levantamiento de las restricciones cambiarias, una de las principales promesas de la campaña que llevó a Milei a su triunfo electoral, quedará para una tercera fase aún sin fecha.
Por: EFE