- Economía

- Gregory Beltrán
27/1/2025.- Para un ojo poco experimentado no hay diferencias cuando se trata de elegir cuál es el mejor arroz para cocinar. “Este se deshace más rápido”, decía una ama de casa, quien conversaba con otra en la calle Antonio Gallardo, donde se concentran gran parte de las tiendas de abarrotes de La Paz.
Esta escena era poco frecuente a fines de la pasada gestión, debido a que era difícil conseguir el grano por el proceso especulativo que se vivía en el país y el denominado contrabando a la inversa. Hoy es posible comprar arroz y aceite, productos que desaparecieron del mercado paceño a fines del 2024.
La intervención del Gobierno permitió que esto ocurra con una mayor oferta vía importación y operativos que molestaron a los empresarios arroceros, algunos de ellos sorprendidos con el acopio del producto. Pero también estuvo de por medio la decisión de suspender las exportaciones hasta abastecer al mercado interno.
Estas medidas permitieron que ahora se pueda encontrar arroz y aceite con precios que varían de acuerdo a la calidad, pero que son mucho más superiores del que se comercializan en las ferias barriales la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).
Esta intervención estatal no fue bien vista por los empresarios privados, quienes en varias ocasiones salieron al paso a demandar un cambio en el actual modelo económico que fue defendido al celebrarse el día del Estado Plurinacional. Recientemente, el presidente de la Cámara de Industria de Santa Cruz (Cainco), Jean Pierre Antelo, cuestionó el Modelo Económico Social Comunitario Productivo del Gobierno y demandó certidumbre.
“Presidente, ¿está consciente de que el país tendrá, en su Bicentenario, el déficit fiscal más alto de su historia?”, cuestionó a tiempo de indicar que “hoy el país enfrenta una inflación, desabastecimiento de combustible, un dólar paralelo y una economía profundamente golpeada, lo que evidencia problemas estructurales. Si ese modelo era el correcto en el país, ¿en qué momento dejó de serlo?”.
En respuesta, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, señaló que entre 2006 y 2023, excluyendo el 2020, el sector privado acumuló 356.698 millones de dólares en utilidades. “Nuestro modelo ha beneficiado al sector privado, aunque esto no es reconocido por la Cainco.
Estos resultados evidencian que el modelo económico ha tenido un desempeño positivo, ha funcionado y continuará funcionando”, manifestó su viceministro de Política Tributaria, Jhonny Morales.
“¿Acaso el sector empresarial no se ha beneficiado del modelo?”, cuestionó Montenegro, quien dijo que el modelo ha provisto al sector privado de múltiples incentivos: energía barata, gas y otros combustibles subvencionados, créditos productivos, políticas como el IVA cero, o la reducción a cero del Gravamen Arancelario para impulsar la producción con sustitución de importaciones importantes.
Además, el Ministro resaltó los logros del modelo económico aplicado desde 2006, tanto en el ámbito económico como social.
El crecimiento promedio del PIB entre 2005 y 2019 fue del 4,7%, superior al 3% registrado durante el periodo neoliberal (1985-2005). Además, destacó que, incluso tras la pandemia y la crisis política de 2019, el crecimiento económico promedio entre 2021 y 2023 fue del 4,3%.
Sin duda alguna, las próximas elecciones generales, que se realizarán el 17 de agosto, se centrarán en el debate sobre el tipo de modelo que buscan los electores: uno que deje a las fuerzas del libre mercado fijar precios o uno donde el Gobierno tenga preponderancia para fijar algunos precios. Por ahora, se puede ver que tanto el arroz como el aceite ya se pueden adquirir en los distintos mercados.