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  • Susana Salinas

3/11/2024.- En la Unidad Educativa Buescata, del municipio de Ayata, en la provincia Muñecas del departamento de La Paz, los niños son motivados a valorar las bondades del plátano. Gracias a sus maestras, los escolares aprenden a realizar artesanías con tallos y hojas de plátano, además de elaborar complementos nutricionales a partir de variedades deshidratadas.

Con la Ley de Educación Avelino Siñani–Elizardo Pérez, en los colegios se ejecuta el Proyecto Socio Productivo (PSP), que involucra a la escuela con los procesos de la vida de las comunidades para transformar la realidad de la misma comunidad.

La maestra Amalia Huanca contó que este año, al planificar el Proyecto Socio Productivo, que es parte del currículo escolar, se pensó en revalorizar el plátano. Por ello, se elaboraron harinas de diversas variedades del banano para mejorar la nutrición en los niños. 

“Muchos de los escolares vienen de comunidades alejadas y llegan cansados. Se pensó en ellos para elaborar jugos y masitas con la harina obtenida tras deshidratar los plátanos”, dijo la maestra que se emociona con los logros.

Gracias a la ayuda de algunas mamás, los niños aprendieron a desecar los tallos y las hojas del banano, para elaborar en tejidos, tapetes, sombreros, cestas, dulceros, carteras y lo que la imaginación permite. Otro grupo trabajó con los tallos y las hojas del banano para darle una textura que permita realizar hilados, con este trabajo se inició la confección de las prendas de vestir.

“En una feria productiva se mostró esta variedad de productos. El plátano verde, por ejemplo, nos ayudó a elaborar harina, con la que hicimos panes, queques y galletas”, señaló.

Entorno a las artesanías, la maestra explicó que la comunidad trabaja en el aprovechamiento de tallos y hojas del plátano.  M“Mamás enseñaron a realizar tejidos, con la idea de replicar lo que otras comunidades hacen con la totora”, dijo la docente, quien espera que esta iniciativa se fortalezca por el bien de la comunidad en general.

La escuela de Buescata tiene solo siete estudiantes. “Es una comunidad alejada de difícil acceso”, explicó. La comunidad entera está formada por 32 personas, que se integran en siete familias. 

En la zona se vive de la producción frutícola. “Ahora tienen mayor esperanza de ser reconocidos también por la artesanía con base en el plátano”, indicó. Para conocer más sobre este emprendimiento se pueden contactar con el celular 68110827.