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  • Carmen Challapa

El 25 de julio, dos adolescentes de 19 y 15 y una niña de 10, después de sufrir durante largo tiempo agresiones físicas, decidieron denunciar a su agresor y pidieron ayuda a la Policía. El denunciado era padre de las dos menores y padrastro de la mayor.

La declaración de las víctimas permitió sacar a luz un hecho horroroso. La joven de 19 años contó a la Policía que el cónyuge de su madre la agredió sexualmente durante nueve años, la víctima fue amenazada por el agresor por lo que no denunció la violación.

Además, sus hermanas menores también contaron que también fueron vejadas por su progenitor, y por su tío durante cuatro y dos años aproximadamente. Estas agresiones se replicaron en diferentes ocasiones, y aseguraron que su madre conocía los hechos, pero ella decidió callar.

La presidenta de la Asamblea de Derechos Humanos de El Alto, Virginia Ugarte, informó que desde la primera denuncia acompañó el caso, en tanto que cuestionó que el fiscal asignado y funcionarios de la Defensoría de la Niñez no actuaran de manera inmediata.

“El agresor tenía que declarar ayer, pero la policía asignada al caso cometió un error, publicó en el portafolio digital que él estaba siendo investigado por violación a sus hijas, y decidió quitarse la vida. Todos sabemos que existen filtros de seguridad cuando se trata de casos de violación a niños, pero esto no fue tomado en cuenta por la investigadora”, denunció la activista alteña.

La madre de las tres víctimas fue aprehendida por los vecinos, cuando velaba a su esposo, posteriormente fue trasladada a dependencias de la fuerza antiviolencia donde aguarda la realización de la audiencia cautelar correspondiente.
“Hablé con ella cuando estaba ingresando a celdas de la FELCV, dijo que ella no denunció porque su pareja descubrió fotografías de sus hijas con otros muchachos, y por eso las golpeaba”, aseguró la representante de Derechos Humanos.

La madre fue imputada por complicidad en los hechos.