- Cultura

- Aleja Cuevas
La Pirámide de Akapana, ubicada en el centro sagrado de Tiwanaku, comienza a tomar forma gracias a la intervención de dos nuevas plataformas. Las obras arqueológicas intervenidas demandaron más de un millón de bolivianos e involucraron a una veintena de técnicos y arqueólogos.
“Estamos en proceso de restauración de la Pirámide de Akapana, que durante años no recibió intervención. Se ordenó el tema de las plataformas, tenía tres en el sector noroeste, ahora contamos con cinco plataformas”, informó Gonzalo Choque, director del Centro de Investigaciones Arqueológicas Antropológicas y Administración de Tiwanaku (CIAAAT).
Estructura
La Pirámide de Akapana es una estructura sobresaliente de la ciudad precolombina de Tiwanaku. Su construcción inicial, que abarca una superficie de 194 metros de ancho, 182 metros de largo y 18 metros de alto, data del período clásico, entre el 45 AC al 700 DC.
A consecuencia de la erosión, la edificación adquirió un aspecto de colina. Está compuesta por siete terrazas, cada una sostenida por un muro de contención.
Según Choque, en el proceso de conservación, se prestó atención a ciertos aspectos para asegurar que la pirámide tenga una adecuada evacuación de aguas pluviales, que se adapte a la temporada de lluvia.
Los trabajos de descubrimiento de las plataformas superiores de la Pirámide de Akapana, una montaña sagrada usada como templo ceremonial, se alinean con las políticas de conservación recomendadas, dijo.
“Debemos limitar las nuevas investigaciones, ya que hay muchos restos arqueológicos de años anteriores que no están muy bien conservados. Se han investigado y extraído materiales del yacimiento arqueológico, pero ahora nos dedicamos a ordenar y conservar, por lo que no se han intervenido nuevas áreas de investigación”, detalló Choque.
“Seguimos trabajando, no paró el trabajo en la Pirámide Akapana”, dijo Condori.
En septiembre se cumplió un año con la intervención, con una inversión de más de un millón de bolivianos y la participación de 20 personas, entre técnicos y arqueólogos.
“Se logró grandes avances, dentro de ese afán de conservar se evidenció ciertos rasgos arqueológicos que en su momento se resumirá en un libro”, anticipó.
A partir de las fotografías compartidas por el CIAAT, es evidente que Akapana toma forma de pirámide.
“Ahora estamos enfocados en el sector norte, ya se tiene la imagen de una pirámide en sí”. Durante los trabajos se han identificado las improntas en el área norte, es decir, las esquinas de las plataformas, lo que contribuye a dar forma a la pirámide. Con la intervención en los sectores oeste y norte se logró un importante avance, pero el visitante, si observa estos dos sectores, verá una pirámide.
“Ahora si le hemos dado esa forma, por eso es importante seguir trabajando”, apuntó el director.
Se prevé que en 2025 se culminen los trabajos en los sectores norte y oeste de la Pirámide de Akapana. Respecto al sector sur y este, si bien se ha intervenido, aún falta obtener resultados.
Según el Choque, queda mucho por investigar, pero se requieren recursos y tiempo. “Una investigación puede durar hasta 15 años, pero en el sector que trabajamos ya se tiene mayor información”, finalizó.