- Seguridad
- Carmen Challapa
El inicio de la caída de Evo Morales se precipitó el pasado 2 de octubre, cuando la fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, emitió una orden de aprehensión contra el líder cocalero por presuntos delitos de estupro agravado y trata de personas.
Ante el temor de ser detenido, el líder cocalero buscó apoyo en organizaciones sociales afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) radical, para anunciar posibles alzamientos armados, motines policiales, pero que derivó al final con el bloqueos de carreteras y ataques a los efectivos policiales con diferentes artefactos explosivos, piedras y otros.
“Si me detienen habrá un levantamiento indígena y un motín de las Fuerzas Armadas (FFAA) y la Policía”, advirtió Morales durante una de sus intervenciones en su palestra comunicacional Radio Kausachun Coca (RKC).
BLOQUEOS, ENFRENTAMIENTOS, HERIDOS Y FALLECIDOS
El 14 de octubre, el Pacto de Unidad evista determinó el bloqueo indefinido de carreteras con el objetivo de resguardar la libertad, integridad y el secuestro del dirigente cocalero. Esta medida fue denominada por el Gobierno como “el bloqueo por la impunidad”.
Cinco personas fallecidas, más de 195 aprehendidos y casi una centena de policías heridos fue el resultado de 24 días de cierre de vías y de las intervenciones conjuntas de la Policía y FFAA.
Dinamitas, bombas molotov, cazabobos, armas de fuego, entre otros objetos fueron secuestrados y serán parte de la prueba que presentará el Ministerio Público en un juicio.
EXPULSIÓN DE LA POLICÍA Y SECUESTRO DE MILITARES
El 29 de octubre, el 100% de los efectivos policiales se replegaron de la zona del trópico de Cochabamba para resguardar sus vidas debido a las constantes amenazas recibidas por parte de dirigentes.
“Tienen 24 horas para irse del trópico, si les vemos por las calles no nos haremos responsables de lo que les pueda pasar”, advirtió un dirigente cocalero durante una protesta cerca de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (UMOPAR).
El 31 de octubre, 12 policías a travez de un video, clamó por ayuda y solicitó a sus jefes que los rescaten. “Ya no tenemos agua ni alimentos, nos dijeron que nos van a secuestrar, nos pueden matar”, declaró uno de los uniformados.
El 1 de noviembre, las Fuerzas Armadas confirmaron que grupos armados irregulares secuestraron a una veintena de militares (oficiales y soldados), armamento y municiones, después de haber tomado tres cuarteles en el Chapare.
RECLAMOS DE MORALES Y SUS DIRIGENTES
El domingo 10 de noviembre, en el ampliado del Pacto de Unidad evista en Lauca Ñ, el dirigente cocalero protestó contra sus dirigentes: “Les digo hermanos hay que marchar y el dirigente me pregunta ¿qué vamos a comer?, ¿dónde vamos a dormir?, eso me están pidiendo a mí”, protestó Morales.
En ese ampliado debían definirse nuevas medidas de presión, pero no tuvo respaldo de sus bases.
CAEN LOS HOMBRE DE CONFIANZA DE MORALES
El miércoles, la Policía aprehendió a Humberto Claros (hombre de confianza de Morales) y a Ramiro Cucho, quienes fueron enviados con detención preventiva a la cárcel de San Pedro y Patacamaya, ambos fueron imputados por terrorismo y alzamiento armado.
Aún buscan a Juan Ramón Quintana y Ponciano Santos.