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  • HEIDDY QUIROGA

18/11/24.- El Huayna Potosí, una de las montañas más emblemáticas de Bolivia, se enfrenta a una lucha silenciosa, pero devastadora, contra los efectos del cambio climático. Con sus nevados, la montaña presenta signos de deterioro debido al descongelamiento acelerado de sus glaciares, provocado por el avance de la contaminación y el impacto de la actividad humana.

Mientras la presión sobre sus laderas aumenta, y los refugios que alguna vez fueron puntos seguros para los montañistas y turistas locales y extranjeros, ahora enfrentan desafíos tanto ambientales como legales.

IMPACTO CLIMÁTICO 

“Los glaciares del Huayna Potosí, al igual que muchos en los Andes, pierden masa a una velocidad alarmante”, explica la guía de montaña Liita Gonzales. 

Este deshielo afecta la disponibilidad de agua natural para las comunidades cercanas, también altera el ecosistema local. 
La pérdida de hielo, además de ser un signo del calentamiento global, genera un efecto dominó. El agua que se libera por el derretimiento de los glaciares contribuye a la alteración de los cauces de ríos y arroyos, lo que incrementa el riesgo de deslizamientos y avalanchas, especialmente en la temporada de lluvias.

CONTAMINACIÓN 

“En el año realizamos varias campañas de limpieza con la gente local, pero hacemos una grande con ayuda de más de 250 voluntarios y diferentes instituciones. Este año realizaremos la limpieza 2024 en el sector de la cumbre, ingreso al Parque Nacional Cotapata, el domingo 8 de diciembre”, dice Oznar Ascurinaga, director de la Asociación de Guías de Montaña y Trekking de Bolivia (AGMTB) ECO.

La contaminación no solo es un problema de las ciudades, también afecta a las montañas. Los desechos de los turistas, así como la falta de conciencia sobre la gestión adecuada de residuos, contribuyen al deterioro del medio ambiente en el Huayna Potosí. 

“Es común encontrar botellas plásticas, envoltorios y otros residuos en las rutas de ascenso, lo que refleja una falta de respeto por el entorno natural”, afirma Ascurinaga, quien también es guía local con 15 años de experiencia.