- Política
- Armin Copa
30/12/2025.- La Central Obrera Boliviana cumple este martes su octava jornada de movilizaciones en la ciudad de La Paz para exigir la anulación de la norma que elimina el subsidio a los combustibles. Durante el recorrido por las principales avenidas, sectores mineros activaron cartuchos de dinamita y petardos como medida de presión. Ante el estruendo de las detonaciones, un contingente de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales instaló un cerco de seguridad en los ingresos a la Plaza Murillo para impedir el paso de la columna de manifestantes.
El ambiente de tensión en el casco viejo obligó a los comerciantes minoristas a cerrar sus negocios y proteger su mercadería ante el riesgo de choques violentos entre los marchistas y las fuerzas del orden. Además de las caminatas, el sector obrero mantiene tres piquetes de huelga de hambre activos en la sede de gobierno. Los efectivos policiales permanecen en alerta máxima para resguardar los edificios estatales y evitar que el conflicto escale a enfrentamientos directos en las cercanías del kilómetro cero.
La dirigencia sindical ratificó que las protestas tienen carácter indefinido y advirtió con radicalizar sus acciones hasta obtener la abrogación del cuestionado decreto supremo. Mientras el centro paceño soporta el colapso vehicular y el ruido de las explosiones, el Gobierno mantiene el despliegue de seguridad en puntos estratégicos. Esta movilización representa uno de los desafíos más complejos para la administración actual debido a la participación de sectores mineros que encabezan la vanguardia de la protesta.