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El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia ha publicado un detallado informe técnico que evalúa la claridad, precisión e imparcialidad de las cuatro preguntas formuladas por el presidente Luis Arce para un posible referendo. El análisis del TSE ha concluido que las preguntas propuestas no cumplen adecuadamente con los estándares necesarios para su aprobación y presentación ante la ciudadanía.
La evaluación del TSE destaca que la primera pregunta del referendo solo satisface el criterio de imparcialidad. Sin embargo, falla en alcanzar los estándares de claridad y precisión requeridos. El informe agrega que esta pregunta podría implicar una reforma parcial de la Constitución Política del Estado, por lo cual es imperativo clarificar el texto para incluir una referencia explícita al referendo constitucional aprobatorio, tal como lo estipula el parágrafo 11 del artículo 411 de la Constitución.
Respecto a las preguntas dos y tres, el TSE advierte que ambas fallan en cumplir los criterios de claridad, precisión e imparcialidad. El informe recomienda una redacción completamente nueva de estas preguntas, basándose en un análisis técnico riguroso que tome en cuenta las deficiencias identificadas. Estas modificaciones son esenciales para evitar ambigüedades que podrían confundir o malinterpretar la intención del votante.
Por último, la cuarta pregunta también ha sido objeto de crítica por parte del Tribunal. El informe señala que, tal como está redactada, la pregunta no se alinea con la modalidad de Referendo por Iniciativa Presidencial que propone. En cambio, debería estructurarse como un Referendo Constitucional Aprobatorio, el cual requiere ser convocado por iniciativa popular o mediante una ley aprobada por dos tercios de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
El TSE ha instado al ejecutivo y a los proponentes del referendo a tomar en cuenta estas observaciones y trabajar en las correcciones necesarias para garantizar un proceso democrático transparente y efectivo, en el que las preguntas sean entendidas claramente por todos los votantes. Este paso es fundamental para mantener la integridad del proceso electoral y la confianza en las instituciones democráticas del país.