• Seguridad
Foto: Alvaro Valero/La Prensa
  • Carmen Challapa

“El problema más grande es reconocer que tenemos un problema, la sociedad no nos permite ser vulnerables y nos ha enseñado que un hombre debe solucionar sus problemas solo y la acumulación de ira se traduce en violencia intrafamiliar y feminicidios”, expresó uno de los varones que acude a Hombres de Paz para recibir una terapia adecuada. 

Como Luis, 602 hombres de La Paz y El Alto acuden a la fundación Hombres de Paz, de Paz, un centro terapéutico para hombres que ejercen violencia, para recibir apoyo psicológico especializado.

Estas personas deben someterse a terapias establecidas por fiscales y jueces. Con relación al año pasado, la aceptación de esta terapia subió un 300 por ciento aproximadamente, ya que en 2023 hubo 320 casos activados.

El director general de Hombres, Germán Siles Heredia, explicó que las oficinas en La Paz funcionan desde 2022, con  base en un convenio con el Tribunal de Justicia, el Ministerio Público y la fuerza antiviolencia. 

“Es un modelo de intervención que estamos implementando, sólo recibimos a hombres sobre quienes pesan denuncias o procesos por violencia familiar para que el trabajo en grupo sea más exitoso al tener un común denominador. Algunas veces llegan agresores sexuales, pero preferimos no recibirlos”, expresó el experto.

Al respecto, uno de los psicólogos terapeutas explicó que trabajar con hombres denunciados por violencia es un reto, porque no quieren reconocer que necesitan ayuda y anteponen su masculinidad, muchos creen que manejan el poder en todas las instancias y eso les cohíbe en las sesiones de terapia.

“En algunas ocasiones levantan la voz y usan groserías, es preferible que actúen así en terapia y nos dén oportunidad de estudiar sus actitudes. Tenemos que hablarles en su jerga para ganar su confianza y que se abran”, refirió.

Los hombres provenientes de Fiscalía llegan enojados, molestos porque fueron denunciados y muchos creen que son procesados injustamente, mientras que los varones enviados por jueces llegan un poco más tranquilos porque están conscientes que existe la posibilidad de que sean encarcelados.

Los beneficiados con estas terapias deben cumplir la cantidad de horas determinada por las instancias judiciales, lo que se controla mediante un registro biométrico y reportes sobre la evolución de las terapias.

“Hombres de Paz tiene una mirada humana, si bien ellos afrontan procesos penales, debemos tratarlos con calidez, sin olvidar que debemos transformar sus formas de pensar y actuar a través de la psicoterapia. Nuestro objetivo es evitar que reincidan en acciones de violencia de género”, manifestó Siles.

Uno de los factores en el que coinciden es pedir al Gobierno brindar apoyo a esa institución y trabajar para que en todo el país haya este tipo de apoyo psicológico a todos los hombres, enfrenten o no procesos por violencia. 

De esta manera, se frenará el incremento de casos de violencia y feminicidios que se observan actualmente en todo el territorio nacional.

“El contacto es enriquecedor, el trabajo que realizan con nosotros es adecuado porque aprendemos de los casos de otras personas que asisten a las terapias. Creo que es importante que se replique este trabajo no sólo con personas denunciadas y procesadas sino con todos los hombres en general y que quieran encaminar una mejor relación en pareja”, expresó Róger, quien ha comprendido la necesidad de superar los arranques de ira cuando interactúa con su compañera de vida.