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El Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando, bajo la dirección de Luis Velásquez, informó este miércoles sobre el despliegue de más de 1.000 efectivos militares en puntos estratégicos de las fronteras de Bolivia. Esta medida tiene el objetivo de intensificar el control y la vigilancia en áreas donde el contrabando ha incrementado, afectando la economía y la seguridad alimentaria del país.
Además del despliegue militar, el gobierno implementará la excavación de zanjas en puntos críticos, especialmente en zonas limítrofes con Perú, como la localidad de Guaqui. Velásquez indicó que esta estrategia busca bloquear y neutralizar caminos clandestinos utilizados por contrabandistas, con el fin de dificultar el paso ilegal de mercancías. "Hemos instalado maquinaria para crear zanjas y evitar el paso en rutas irregulares, reforzando así el control en estos puntos", declaró el viceministro.
El gobierno también coordina con otras instituciones, como la Aduana Nacional, para desarrollar operativos conjuntos y mejorar la eficacia de los controles fronterizos.