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Un nuevo decreto fue aprobado por el gobierno para acelerar el proceso de autorización de importación de hidrocarburos y sus productos refinados, con el propósito de mejorar el abastecimiento de combustibles en el país. La medida busca simplificar los trámites burocráticos y reducir los tiempos de espera, lo que permitirá una provisión continua y eficiente de estos recursos esenciales.

Según las autoridades, la normativa permitirá a las empresas importadoras obtener permisos de manera más ágil y efectiva, evitando posibles desabastecimientos en el mercado interno. Esta decisión se tomó en un contexto de fluctuaciones en los precios internacionales de los combustibles y una creciente demanda local, factores que han ejercido presión sobre la capacidad de suministro de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

El Ministerio de Hidrocarburos explicó que esta medida responde también a la necesidad de diversificar las fuentes de abastecimiento, buscando opciones más económicas y seguras en el mercado internacional. Un portavoz del ministerio declaró: "Con este decreto, garantizamos que el país no enfrentará escasez de combustibles y que la economía nacional se mantendrá estable en términos de suministro".

Expertos en economía y energía manifestaron su apoyo a la iniciativa, al considerar que la flexibilización de las normativas de importación podría incentivar la competencia y mejorar las condiciones del mercado interno. Sin embargo, algunos sectores expresaron preocupaciones sobre los posibles impactos ambientales que podría generar un aumento en la importación de combustibles fósiles.

Este decreto se enmarca dentro de una serie de reformas impulsadas por el gobierno para reactivar la economía tras los efectos de la pandemia y enfrentar los desafíos del mercado energético global. Las autoridades subrayaron que, aunque la prioridad es garantizar el suministro interno, también se busca fomentar una transición hacia fuentes de energía más sostenibles a largo plazo.

Con esta nueva normativa en vigencia, se espera una mejora en la fluidez y eficiencia de las importaciones de hidrocarburos y productos refinados, contribuyendo así a la estabilidad del mercado energético y al fortalecimiento de la economía del país.