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En un reciente cruce de declaraciones, Roxana Lizárraga, exministra de Comunicación del gobierno de Jeanine Áñez, lanzó fuertes acusaciones contra Evo Morales y otros actores políticos por su papel durante los disturbios de 2019 en Bolivia. Según Lizárraga, Morales presionó a Andrónico Rodríguez y a otros dirigentes para que levanten las armas contra el gobierno de transición. Lizárraga afirmó que Morales tenía "gente armada en el Chaparé" lista para provocar disturbios con el objetivo de facilitar su retorno al poder.
Estas declaraciones coinciden con una reciente aparición pública de Arturo Murillo, exministro de Gobierno de Áñez, quien desde su cuenta de Twitter arremetió contra varios actores políticos, incluida Lizárraga. Murillo no solo cuestionó la versión de Lizárraga sobre los eventos de 2019, sino que también la acusó de realizar viajes no autorizados a Miami utilizando recursos del Estado. Además, criticó su falta de comprensión de ciertos procedimientos legales y calificó de "atrevidas" sus declaraciones y sugerencias.
Jeanine Áñez, expresidenta de Bolivia, también intervino en el debate con una publicación en la que defendió su gestión y criticó a quienes la atacan desde el extranjero. “Es fácil la crítica, sobre todo desde lejos del país y del escenario al que me tuve que enfrentar. Si hubieran estado en mi lugar, sabrían lo que es estar en peligro y crisis permanente. Asumir la Presidencia en situación de violencia fue una tarea difícil, en medio de convulsión social y de un día para otro”, señala en su cuenta de X.
Áñez destacó que, gracias a su gobierno, varios presos políticos fueron liberados y muchos de los que se encontraban en el exilio pudieron regresar al país y reunirse con sus seres queridos. "Mi gobierno unió familias y lo volvería a hacer porque estoy convencida de que el sacrificio valió la pena", afirmó. También hizo un llamado a evitar que Bolivia se convierta en "otra Venezuela o en otra Nicaragua" y apoyó a quienes buscan la unidad.