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Este miércoles 21 de agosto, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) recibió solicitud formal del Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce, quien expresó su intención de convocar a un referendo nacional que incluirá cuatro preguntas.

En virtud del artículo 18 de la Ley 026 del Régimen Electoral, el TSE dispone de un plazo de 72 horas para llevar a cabo una evaluación técnica de las preguntas presentadas, utilizando criterios de claridad, precisión e imparcialidad como base de su análisis.

Una vez culminada esta etapa de evaluación, el TSE enviará su respuesta al Presidente, quien posteriormente remitirá las preguntas al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) para un control de constitucionalidad. Este proceso es crucial, ya que la validez de la convocatoria dependerá del pronunciamiento del TCP.

En caso de que las preguntas reciban el visto bueno del Tribunal, será el Presidente quien emita el Decreto Supremo anunciando la fecha del referendo, el cual deberá realizarse al menos 90 días después de la convocatoria.Es fundamental tener en cuenta que el TSE no solo evaluará las preguntas en función de los estrictos criterios mencionados, sino que también puede proponer redacciones alternativas para garantizarlas. 

Si los resultados del TCP determinan que la iniciativa es inconstitucional, el proceso se dará por concluido, marcando un importante hito en la política nacional boliviana.