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Mientras autoridades del Gobierno de Javier Milei, en Argentina, aseguran que no es necesaria una devaluación de su moneda, porque “el mercado no la ve”, en las casas de cambio informales, la divisa estadounidense se cotizó el viernes en una cotización de récord histórico: 1.500 pesos argentinos, mientras en el mercado oficial, la cotización se mantiene en 940 pesos por dólar.

Hace 10 años, el billete argentino de mayor denominación tenía un corte de 100 pesos que, por entonces equivalía a aproximadamente nueve dólares.

En mayo pasado, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) puso en circulación el billete de 10 mil pesos, con los que actualmente se puede comprar poco menos de 6,70 dólares.

Es tal la inflación en el vecino país que autoridades del Banco Central anunciaron para fines de año la salida al mercado del billete de 20 mil pesos, mientras por su inutilidad, los cortes de dos, cinco y 10 pesos fueron retirados.

Los datos son alarmantes. De acuerdo con el diario Ámbito Financiero, en una publicación de mayo pasado, “Argentina atraviesa hace años una crisis económica que conjuga una restricción al crédito externo, una inflación galopante que deprecia la moneda —en marzo de 2024 llegó al 287 por ciento interanual— y un índice de pobreza del 42 por ciento de la población en diciembre”, aunque un estudio de la Universidad Católica sitúa a los pobres en el 57 por ciento de los argentinos.

Según un informe del portal estadounidense CNN, “comparado con otros países de la región, el valor real de sus billetes más importantes es y ha sido mucho más alto que en Argentina. Chile tiene 26 años con el billete de 20 mil pesos como el de mayor denominación. Hoy equivale a 21,6 dólares, más del doble que el de 10 mil pesos argentinos, y que 10 años atrás valía cerca de 35 dólares”.

El billete de mayor corte en Perú, desde 1991, es el de 200 soles, mientras que, en Uruguay, la pieza de 2.000 pesos se mantiene como la más valiosa desde 2003.Ante este panorama, un informe de la agencia noticiosa china Xinjua da cuenta de que “frente a la escalada del precio en el mercado informal, el Gobierno argentino ha reconocido la volatilidad, pero ha descartado una ‘crisis’ en el frente cambiario. El aumento del precio del dólar en Argentina se produce en medio de una menor liquidación de divisas por parte del sector agroexportador y ante la política de reducción de la tasa de interés de referencia por parte del BCRA, según han apuntado analistas locales”.

Pese a ello, la continua devaluación del peso argentino desalienta las transacciones importantes en esa moneda y fomenta el uso de la divisa estadounidense en el área de las inversiones, por lo que crece la presión sobre el mercado cambiario, lo que deriva en nuevas alzas, que en los hechos son devaluaciones de moneda.

Según el diario Clarín, cuya línea editorial apoya a Milei, “en lo que va de junio (la cotización del dólar) escaló 95 pesos, equivalente al 6 por ciento, por lo que se va disociando tanto de la inflación del mes, estimada en 4 por ciento”, prevista por las autoridades nacionales.

Por: Jorge Jove