• Seguridad
  • Carmen Challapa

En marzo de 2023, el vicepresidente David Choquehuanca entregó un helicóptero a la Policía para dar inicio al plan de patrullaje mixto en la ciudad de El Alto. El objetivo era reducir los índices de criminalidad, sin embargo, este plan no tuvo éxito por el elevado costo de ejecución que representaba para el Ministerio de Gobierno. 

Pese a esos inconvenientes, esta cartera de Estado no abandona con la intención de reforzar los patrullajes policiales con el uso de drones y helicópteros para supervisar zonas urbanas y rurales, para la prevención de delitos. 

Al respecto, el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, explicó que se ha previsto retomar el plan aéreo en el departamento de Cochabamba, sin embargo, no se definió una fecha específica para el inicio de este plan. Se conoce que la Policía tenía previsto realizar esta acción preventiva durante la festividad de la Virgen de Urkupiña, como un plan piloto, pero no se logró conseguir los permisos necesarios para ejecutarlo.

“Replicar esta iniciativa en otros departamentos es un desafío debido a los altos costos operativos de mantenimiento, pero evaluamos la posibilidad de implementarlo de manera gradual y priorizar las regiones con mayores índices de criminalidad”, explicó la autoridad.

Para adecuar este proyecto a la realidad nacional actual, se ha previsto buscar alianzas con el sector privado o acudir a la comunidad internacional en procura de obtener financiamiento.
“Pretendemos vincular el patrullaje aéreo a la seguridad ciudadana. Es una estrategia que refuerza la capacidad de respuesta y prevención en Bolivia. Nos permitirá crear un sistema de seguridad robusto, ya que los helicópteros proporcionan una visión desde el aire que permite detectar rápidamente actividades sospechosas, coordinar la respuesta en tierra y mejorar la vigilancia en áreas de alta criminalidad”, mencionó.

Por el momento, se tiene previsto que los policías reciban formación especializada, no sólo en técnicas de vuelo, sino también en tácticas de seguridad ciudadana, además del entrenamiento en derechos humanos, manejo de crisis y coordinación con unidades terrestres. Para ello se pretende equipar a la Policía aérea con tecnología de punta, como cámaras de alta resolución, sistemas de comunicación avanzados y herramientas de análisis de datos en tiempo real, para maximizar la efectividad de estos patrullajes en beneficio de la seguridad ciudadana. 

“La visibilidad de los helicópteros en el cielo actúa como una forma de disuasión contra los criminales, además los ciudadanos se sienten más seguros al saber que hay vigilancia constante mientras que los delincuentes son menos propensos a cometer actos ilícitos”, aseguró.

Según el proyecto del Viceministerio de Régimen Interior, con esta innovación también se pretende intervenir en situaciones críticas como desastres naturales, disturbios o situaciones de alta peligrosidad. Será la pieza central en operativos policiales coordinados, para permitir el control del terreno y asegurar que los esfuerzos de seguridad sean efectivos y bien dirigidos.
Mientras tanto, los drones y un helicóptero deben esperar el momento de su empleo.