- Economía

- Gregory Beltrán
9/10/2025.- Personal técnico-legal de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) realizó una inspección en alrededores de la represa de Incachaca, donde se almacena agua para proveer a parte de la ciudad de La Paz. El informe señala que durante el recorrido se “evidenciaron bocaminas, compresoras, socavones, pozas precarias revestidas con geomembranas, que no cumplen los estándares de seguridad, buzones de estructuras metálicas y construcciones de ladrillo que protegen generadores de energía, entre otros insumos propios de la actividad minera”.
Sin embargo, durante la inspección no encontraron personas que estuvieran en operaciones en ninguno de los puntos identificados, “no obstante, se tomó contacto con algunas personas que manifestaron ser cuidadores y señalaron, además, que los trabajadores suspendieron actividades”, se lee en el informe de esta entidad regulatoria.
También evidenciaron derechos mineros preconstituidos, es decir “que se trata de antiguas concesiones mineras ahora denominadas autorizaciones transitorias especiales (ATE) adquiridas antes de la promulgación de la Ley 535 de Minería y Metalurgia de 28 de mayo de 2014, es decir que, no fueron otorgadas por la AJAM”. Es posible que correspondan a las cooperativas mineras Aurífera Santa Albertina Kinkillosa, Triunfo Somet y Santa Progreso Calancha, “que si bien cuentan con un derecho minero vigente, su ejercicio debe estar supeditado, entre otros aspectos, al cumplimiento de normas ambientales, por lo que la AJAM requerirá ante la autoridad sectorial competente (Gobernación, Alcaldía, Ministerio de Medio Ambiente, según corresponda), la confirmación de la documentación ambiental otorgada”.
La actividad minera es contaminante y arriesga el agua de la represa.