• Economía
  • Gregory Beltrán

4/6/2025.- En un nuevo intento por tratar de explicar las causas de la actual crisis que vive el país y las posibles soluciones, el ministro de Desarrollo Rural, Yamil Flores, dijo ayer en conferencia de prensa que el inicio de operaciones de la planta hidrocarburífera de Mayaya, en el norte del departamento de La Paz, desde 2026, permitirá traer dólares al país.

A su turno, el presidente Luis Arce Catacora escribió en sus redes sociales que “la industrialización con sustitución de importaciones es la solución estructural a los problemas de la economía nacional, porque no sólo nos permitirá diversificar las fuentes de ingresos del país, sino que también fortalecerá nuestra soberanía económica al reducir la dependencia de productos extranjeros”.

Los ingresos y la falta de dólares

Desde fines de 2023, el país empezó a sufrir por la escasez de dólares que se agudiza a medida que pasa el tiempo, problema que el Gobierno atribuye a la caída de las exportaciones de gas natural por la falta de inversiones durante la gestión de Evo Morales.

Flores explicó que durante más de 14 años, el país obtuvo recursos por casi 5.000 millones de dólares por exportaciones, “solamente si hablamos de hidrocarburos”, mientras que en el caso de los créditos externos “se ha endeudado a nuestro país en 12 mil millones de dólares” aproximadamente.

Con esa cantidad de recursos “cualquier presidente, no solamente Evo Morales, sino cualquier presidente iba a tener un Gobierno estable”.

Señaló que las ventas externas de hidrocarburos, que representaban el principal ingreso para el país, han caído por debajo de los 1.000 millones de dólares, mientras se encuentran congelados para su tratamiento casi 2.000 mil millones de dólares.

Apuntó al proceso de industrialización que encara su gestión en más de 170 plantas que se construyen a nivel nacional, con una inversión de más de 32 mil millones de bolivianos para establecer una economía de base ancha y no depender de un solo sector económico. “Nuestro compromiso es claro: construir una infraestructura moderna y técnica que promueva el uso consciente y responsable de agroinsumos”, señaló Arce.