• Sociedad
El agua de los reservorios se torna tóxica para las especies que viven de ella
  • Susana Salinas

Los incendios forestales, que arrasan cerca de cuatro millones de hectáreas en el oriente boliviano desde hace tres meses, causan severos daños en seis de los 11 de los corredores ecológicos, conocidos también como sitios Ramsar, que cumplen delicadas funciones de preservación ecológica aún a escala mundial.

En la década de 1960, Europa promovió un tratado internacional de preservación de “humedales”, que son cuerpos de agua vitales para la supervivencia del ser humano y de otras especies. 

En 1971 tuvo lugar la Convención de Ramsar, llamada así porque se firmó en la ciudad iraní así llamada, donde se suscribió el tratado internacional. Bolivia forma parte de la Convención Ramsar desde el 27 de octubre de 1990, y tiene 11 humedales, declarados sitios Ramsar debido a su importancia internacional.

“Los sitios Ramsar son importantes por sus reservas de agua, por ser espacios donde se concentra biodiversidad y por ser determinantes para el funcionamiento de los ecosistemas”, explicó Efraín Tinta, ingeniero geógrafo de la Fundación Tierra, que realizó la identificación del daño del fuego a estos espacios preciosos.

LA AFECTACIÓN.

Durante los incendios en el oriente, tres humedales de Beni: río  Yata, río Blanco y río Matos; además de otros tres de Santa Cruz: Pantanal boliviano, el más extenso de los seis humedales del país; laguna Concepción y los Bañados del Izozog y el río Parapeti están en áreas donde estallaron los incendios forestales.

¿De qué manera se afectan? Los incendios en pastizales y bosques “causan la disminución de los niveles de infiltración y retención de agua en el suelo y producen una pérdida del carbono almacenado en la vegetación y del carbono y nitrógeno en las capas superficiales del suelo”, revelaron científicos argentinos del Instituto Nacional de Limnología, concepto que se refiere al estudio de la biología de las aguas dulces, en general, y estudio de los factores no bióticos contenidos en ellas.

Ante un incendio forestal se incrementa la producción de carbón superficial y el almacenado bajo tierra; se modifican los flujos gaseosos, la liberación del carbono y atmosférico.

El material liberado se escurre hacia ríos o lagos y cambia las concentraciones de nutrientes, sedimentos, carbono y metales.

Tintaya explicó que en el país están identificados 11 sitios, donde “la humedad tiene un rol vital, debido a sus ciclos, que favorecen los ecosistemas locales, del continente y en el globo”.

Los humedales son cruciales para aves y peces migratorios; además de ser hábitat para su alimentación, descanso y reproducción. También intervienen en los ciclos de vida de especies, además de ser vital para el humano. Agregó que son importantes para la regulación hídrica, purificación del agua, mitigación de inundaciones, captura de carbono y son recursos para el hombre.