- Deporte
- Jeovana Bernabé
19/1/2025.- Después de competir en las exigentes pistas del Rally Dakar y pruebas locales, el piloto de 78 años es un ejemplo de determinación y pasión, pues demostró que el ímpetu por un deporte, velocidad y la competencia no tienen edad y su legado sigue inspirando.
Con una carrera que abarca años de velocidad y adrenalina, Fortunato Maldonado (nació el 14 de octubre de 1946) sigue demostrando que la edad no es un obstáculo para vivir su sueño en la pista, recordó que su incursión como piloto fue de casualidad y que finalmente la pasión por los fierros se adueñó de él.
“A mi hijo le gustaba correr (Nilton M aldonado), pero no le iba bien. Hace algunos años compré un auto de carrera para él y me dijo no es para viejos (sonrío) entonces entré al auto me fui por el sector de Achocalla y me gustó, es ahí donde comencé a competir (a los 53 años) y gané una carrera (al contar se le dibuja una sonrisa contagiosa)”, recordó Maldonado.
Con la mente lúcida contó que compitió en tres rallys Codasur, que se desarrollaron en Cochabamba, (con Carlos Maldonado como su navegante) y logró ubicarse en ese entonces en el tercer puesto.
“Me faltó un poquito de técnica para agarrar la punta del campeonato, pero fui corriendo en otras pruebas y hasta fui campeón nacional, departamental, disfruté de mi largo camino como piloto”, aseveró.
Al contar su larga trayectoria, a Maldonado no se le olvida detalle alguno, dijo que le gustaría seguir conversando de esa experiencia que le permitió sumar más de 600 trofeos, tanto en competencias municipales, departamentales, nacionales (como del Circuito Óscar Crespo, Gran Premio Nacional, etc.) e internacionales. “Son muchos logros… (suspiró y sonrió)”.
A lo largo de su carrera, el piloto acumuló una riqueza de experiencias y logros que lo han convertido en un ícono del automovilismo boliviano y estuvo en la pista más exigente del mundo, donde se estrenó a los 68 años, y fue el competidor que más respaldo recibió del mundo tuerca. “El Rally Dakar fue otro desafío en mi vida.
Tenía un amigo, él me dijo no quiero correr si no es contigo, me propuso darme su auto sin compromiso y haremos un grupo, yo digo cómo correr con un auto prestado por muy bueno que sea el amigo, al final dije me compro un auto y lo preparo para correr y de esa manera incursioné en esta carrera tan importante”, aseveró.
Al hablar de la prueba más peligrosa del mundo el tono de su voz cambió, los recuerdos inundaron su cabeza pues corrió en tres ocasiones, aunque los resultados no fueron los de los mejores, pero la experiencia le permite pensar en una próximos versión.
“Fue una bonita experiencia, creo que el Flaco de arriba se pasó, los costos de esas carreras son muy altos, hay que pensar en inscripción y muchas cosas más, creo que supera el medio millón de dólares.
El Dakar no solo depende de uno, depende de los mecánicos, uno llega cansado, a uno lo desarma todo”, apuntó.
En enero del pasado año Maldonado, a través de los medios de comunicación, anunció que volvería a competir en el Rally Dakar 2025, pero se le presentaron algunos problemas económicos, principalmente la falta de dólares en el país, lo que no le permitió cubrir la preparación de la máquina, entre otros imponderables que enfrentó.
“Los amigos me dijeron que era posible competir, pero el tema fue más por recursos y este año nos quedamos frustrados. Nos apasiona competir”, dijo a tiempo de mencionar que hay la posibilidad de pensar una siguiente versión de la prueba más peligrosa del mundo.
A Maldonado le siguen los pasos sus nietos, tal el caso de Gary Maldonado, quien compite en pruebas nacionales y departamentales, al igual de Wilma Maldonado, quien ambiciona llegar a un Rally Dakar, es una de las damas que es parte de las pruebas del calendario de la Febad.
LIBRO
“Fortunato Maldonado Constructor de Sueños”, es el nombre del libro en el que el piloto boliviano describe su vida a través de emocionantes relatos, no solo como piloto, también como un hombre luchador y empresario, además es un homenaje a su familia, “es un legado que servirá de inspiración a muchas generaciones”.
“Yo no he tenido una herencia ni mucho menos. Yo me casé con el trabajo, en él encontré la felicidad y todas las oportunidades que necesitaba.
El trabajo te da bienestar, posibilidades de desarrollarte un poco mejor. El trabajo es salud, estamos felices de poder hacerlo casi 24 horas, eso nos permitió construir lo que es ahora Maldonado Exploraciones”, aseveró el entrevistado.El libro fue presentado el pasado año, en sus hojas agradece a quienes le apoyaron en su largo camino.