- Sociedad
- Wilma Pérez
El Gobierno ha destinado 40 millones de bolivianos para enfrentar y combatir exclusivamente los incendios forestales que estallaron en el país desde junio. En anteriores gestiones, el monto era global para afrontar diferentes contingencias. Los recursos son y serán usados en la atención durante los estragos y las denominadas etapa de “postquemas”.
En ese entendido, el Comando Conjunto de Respuesta ante Eventos Adversos de las Fuerzas Armadas cuenta con 7.000 bomberos forestales capacitados para intervenir en las quemas forestales a los que el Viceministerio de Defensa Civil les entregó el equipo necesario para trabajar.
“El Gobierno tiene el Plan de Respuesta Inmediata a Emergencias, en este caso para intervenir ante incendios forestales y focos de calor, para ello contamos con un monto de 40 millones de bolivianos; al margen de ese monto tenemos 7.000 bomberos forestales con alto nivel de capacitación, quienes ingresan a terrenos escabrosos, también tenemos un amplio apoyo logístico”, informó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.
En el caso de equipo logístico, especificó que para las tareas de mitigación de las llamas se cuenta con siete helicópteros equipados, de estos dos, los Z9 tienen bolsas para trasladar agua y vaciarla desde el aire al área con fuego, son los bambi-bucket. También se dispone de un avión para cargar equipo y material pesado. Se tiene, además, avionetas.
Para sofocar llamas desde el agua se cuenta con lanchas, que recorren por el canal Tamengo, en el municipio de Puerto Suárez. El comando conjunto también tiene el apoyo de drones, equipos tecnológicos que sobrevuelan la zona para identificar puntos de incendio y los lugares por donde pueden desplazarse los bomberos para mitigar los desastres.
Según el informe oficial del Gobierno, en 2023 Bolivia perdió 3,3 millones de hectáreas de zonas boscosas, matorrales y pastizales, pero en lo que va de la gestión se calcula que la pérdida casi llega al medio millón.
Por la magnitud de los incendios forestales, casi todos concentrados en el departamento de Santa Cruz, los municipios que ya se declararon en situación de desastre son siete: San Matías, Puerto Suárez, San Javier, Roboré, San Rafael, San Ramón y San Antonio de Lomerío, en tanto que los declarados en emergencia son seis: Cabezas, Concepción, Cuevo, San Miguel de Velasco, San Julián y Cuatro Cañadas.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitario (OCHA, por sus siglas en inglés), elaboró un informe de situación, en el que se estableció la existencia de 2.165 personas damnificadas por los incendios forestales que destruyeron sus viviendas en más de cuatro comunidades.