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Elegancia, señorío, diseños novedosos en los atuendos de los folkloristas y elegancia en el desplazamiento de las fraternidades... La Entrada del Señor Jesús del Gran Poder cautivó a centenares de miles de personas que se apostaron a lo largo del recorrido de 7,5 kilómetros cubierto por más de 70 mil folkloristas agrupados en 75 fraternidades. La novedad de este año estuvo en los bordados y los tonos de los trajes de los bailarines, mientras que los espectadores debieron abonar entre 30 y 150 bolivianos por tomar ubicación en las graderías construidas en torno a la ruta de la fe. La escala de precios se estableció con base en el lugar para presenciar la entrada. Más caras fueron las ubicaciones próximas al palco principal, en la avenida Camacho, mientras que en las zonas populares, era posible presenciar el espectáculo por 30 bolivianos, mientras que un sitio en las avenidas Ismael Montes, Mariscal Santa Cruz, Camacho y Simón Bolívar se cotizó entre 60 y 150 bolivianos. Consumo. Mientras ello sucedía en torno a la ruta, en todas las calles adyacentes, comerciantes de todos los productos imaginables y vivanderos establecieron puestos, aunque los vendedores de cerveza y otras bebidas fueron quienes más demanda tuvieron a lo largo del día. Sorprendió que en algunos puntos, los espectadores formaron filas para adquirir latas de cerveza. El intenso sol y las buenas condiciones generales del clima causaron sed entre el público. Aunque no es posible calcular su número, la entrada fue seguida por turistas europeos, estadounidenses y asiáticos, principalmente. Por: Freddy Choque